¿Acaso estoy contra la prostitución? Ni por casualidad. Pero sí estoy contra la trata.

Está claro que sacar papelitos no cambia nada. Al contrario, tiende a consolidar la ocultación del consumo generando circuitos menos abiertos lo cual lo hace más difícil de controlar. Tengo en mente una serie de propuestas de reforma, principalmente fiscales, que permitirían poner a ciertos organismos del estado en la condición de poder colaborar con el control de la trata y, además, quitarle rentabilidad a la explotación o a las estructuras jerarquizadas. La meta es darle poder a la prostituta para emplazarse como una trabajadora más.

A todos aquellos que dicen que la prostitución no es trabajo. O que no es un trabajo digno. Les digo: no sean hipócritas. Uno ofrece algo, el otro compra y es trabajo, end of story. Tan improductivo como tantos otros, tan ocioso como cualquier espectáculo y tan formador como la trabajadora decida que sea.

Que cobrar por sexo está mal? Y los tragos que le aceptaste al pibe que sabías que te ibas a mover? y tu marido que te mantiene? y tu amante que te hace regalos? y a todos a los que les tiraste tus encantos seductores para obtener un favor o un beneficio? Prostituirse es nada más y nada menos que la expresión más evidente de algo que todos llevamos dentro. Ese componente de vendernos, de volvernos producto, de darle al otro algo para recibir algo a cambio: cariño, reconocimiento, contención, placer o $$$.

En el fondo, somos todas putas. Algunos nos ponemos en bolas para trabajar, otros se sientan en un call center y otros venden indignación. Creo que el verdadero problema con quienes ejercen la prostitución es que ponen en evidencia vía reflejo una parte de nosotros que muchos no están dispuestos a aceptar.

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