Aldo Ducler, el financista de Kirchner y su denuncia en la UIF
La corrupción mata, ésto es lo que pasó con Aldo Ducler, el financista de Néstor Kirchner, no lo protegieron pese a la denuncia que había realizado en la UIF, ofreciéndose para descubrir la ruta del dinero K, en especial las regalías de Santa Cruz, y la estafa del siglo de YPF REPSOL. Esperemos que esta muerte no sea inútil y que su familia entregue toda la documentación para descubrir esta estafa que todavía puede ser mayor ya que existen juicios en Estados Unidos por más de 6.000.000.000 de la mecánica que quería explicar el hoy raramente fallecido. Es la que vengo describiendo, que los jueces no atienden y el Gobierno aporta poco con su propia documentación. Lo realizado por la UIF, ante la presentación de la denuncia, demuestra inactividad, desidia, no ser apta para investigar. Como sucedió desde hace 14 años, somos los particulares que iniciamos este tipo de acciones contra la corrupción, a costa de amenazas, aprietes e intimaciones.
Antecedentes de la denuncia que iba a realizar Aldo Ducler
La Comisión del Tesoro de los Estados Unidos dice que es la primera vez que una empresa petrolera es vaciada sin un solo tiro ni ocupación militar, con una PyMe como REPSOL, con la connivencia de los K, sindicalistas, empresarios, la prensa, y según sus cálculos, el perjuicio contra la Argentina supera los 70.000.000.000 de dólares.
Los Tribunales Federales de Estados Unidos remitieron a Cancillería, informes sobre la causa que se tramita en Nueva York, sobre YPF REPSOL, donde consta la falsificación de balances y estados contables que difieren de los reales y en especial del activo y el pasivo de la empresa remitidos a la Comisión de Valores de Estados Unidos durante los años 2007 a 2015, de donde surje un perjuicio para compradores de acciones durante el 2010.
En juzgados de Nueva York, un grupo de abogados expertos en litigios corporativos lleva adelante una demanda contra la Argentina en nombre del fondo Burford Capital, que compró los derechos y acciones del juicio que había iniciado la firma Petersen que tenían acciones de YPF en la era REPSOL y que fueron a la quiebra al expropiarse a la compañía española. El reclamo es millonario y es parte de la pesada herencia que dejó Cristina Fernández a la Argentina. Sin embargo, el Gobierno de Mauricio Macri prefiere hoy ocultar esta historia por la cual, hace muy poco, el asesor de juicios conflictivos del gobierno, Fabián Rodríguez Simón, pasó varios días en Nueva York. ¿Por qué no cuentan en qué estado está este proceso judicial?
La expropiación fue para tapar doce años de corrupción. Vendía a Chile a 1 dólar, y después esa misma empresa la vendía a 5 dólares. Vendían combustibles a 12 dólares cuando se revendía a 40 dólares. Se entregaron yacimientos enteros que eran de la empresa, regalados. Se llevaron como dividendos activos de la empresa de los Eskenazi y Petersen fue creada en el 2007 para comprar el 25% sin un sólo dólar, con las falsas utilidades de la misma YPF. La compra se realizó, el 14,5% en el 2008, 10% en el 2009 y otra pequeña parte en el 2011. Además de todo el dinero que se llevaron nos dejaron un pasivo de casi 10.000 millones de dólares, un juicio que están realizando en los Tribunales de Estados Unidos por el 25% de los Eskenazi, que hoy se pidieron medidas cautelares por el órden de los 4.000 millones de dólares y además otro juicio por la venta de 1.500 millones de dólares en acciones en el 2010/11 que luego se descubrió que los balances y toda la documentación estaba fraguada, por lo tanto, cuando se descubre el vaciamiento de YPF, las acciones bajaron un 70% que también nos pueden representar otros 2.000 millones de dólares de pérdida. Y Como si ésto fuera poco, disminuyó la producción de gas en un 96% y el 50% de los combustibles que hoy nos demandan millones de dólares en importación.
Grupo Petersen compró a REPSOL en febrero de 2008 una participación del 14,9% por 2.240 millones de la moneda estadounidense, incluyendo una opción de compra de una participación adicional del 10%. Durante todo este tiempo se llevaron 200 mil millones de dólares del país, denunciaban un costo de extracción de 7 dólares por barril (medida equivalente a 159 litros de petróleo crudo) y la vendían 42 dólares en el mercado interno una vez destilado, o sea que comprábamos nuestro propio petróleo más caro que al actual precio internacional y con un 700% de sobreprecio desde que sale del pozo hasta que sale de la destilería. Se llevan lo que quieren a simple declaración jurada y con sólo un 30% de ese monto sujetos a retenciones, impuestos y controles, mientras que el 70% restante de esas divisas ni siquiera se rendían en el país y eran de libre disponibilidad. A todo ésto, hay que agregarle que las acciones de los trabajadores cuando se privatizó en la década del ’90 del 14% fue vendida a precio vil a REPSOL, por eso ahora que el Congreso trata las propiedades participadas de Correo y otras, no se trata las de YPF porque desaparecieron. Todo ésto lo permitió el Gobierno Nacional y Popular K.