Armas en Estados Unidos: su rol en la identidad nacional
Cualquier persona familiarizada (un poco, al menos) con la política internacional sabe del agitado debate que se lleva a cabo actualmente en Estados Unidos con respecto a la portación de armas, algo que en el resto del mundo (y particularmente en la Argentina) aparece como un golpe cultural difícil de entender.
¿Se ajustan los americanos al pie de la letra al estereotipo de rednecks? ¿Es fundado el aparente rechazo del resto del mundo para con mucha de sus políticas? Sin entrar en una discusión meramente geopolítica, el fondo del asunto es un poquito –o bastante- más complejo.
La cultura detrás del rechazo al control de armas
Primeramente, hay que entender que una parte importante de las personas que rechaza el control (background checks) propuesto por la administración de Barack Obama ni siquiera posee un arma en su poder ni tiene pensado adquirirla. La misma entra en algo que podríamos denominar factor cultural: el norteamericano promedio tiene una alta fobia al modelo europeo de big government (particularmente alta entre independientes y republicanos) y a todo lo que se relacione con control simple y llano.
Es ahí donde entran las armas.
Primero observemos la opinión del estadounidense promedio sobre el accionar gubernamental (hacer click en imagen nr. 1).
En 12 años, la opinión sobre la performance gubernamental cambió en, nada más y nada menos, que 42 puntos. Sin embargo, uno podría decir que este salto se debe, en parte, a los sucesivos gobiernos de George Bush.
Pero si miramos los números de cerca, la perspectiva no se modifica: desde 2002 (punto más bajo) a 2008, el cambio fue de 24 puntos. De 2008 (asunción de Obama) a 2014, el cambio fue de 18 (y con una guerra de Irak menos).
Esto también se ve reflejado en el cambio de la opinión estadounidense a la pregunta sobre la percepción de amenaza que representa el gobierno para sus ciudadanos (click en imagen nr. 2).
Esto va de la mano con la creencia popular entre la población de que las armas pueden prevenir crímenes y hacer el hogar más seguro…siendo principalmente alto entre republicanos e independientes (click en imagen nr. 3).
Lo mismo puede verse en una gráfica similar, comparando 2012 y 2014 (click en imagen nr. 4).
Esa desconfianza característica se presenta en lugares comunes, pero especialmente cuando se discute una prohibición. El sentimiento de que vulnera las libertades individuales (además de la segunda enmienda de la constitución) genera reacción y rechazo en republicanos e independientes.
De esta manera, las armas resultan ser una herramienta de “lucha” o “activismo” en contra del control estatal, que (fundado o no) es parte central de la cultura estadounidense desde su misma independencia.
Por eso no hay que pensar en la defensa contra los controles como una prueba más de un estereotipo, sino como una muestra en vivo y en directo de la forma en la que las sociedades se relacionan con sus factores culturales.