Casación: «Tengo la sensación de que todo fue resuelto en otros lugares»

La Cámara de Casación Penal desplazó de la Sala I de la Cámara de Casación Penal a los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, quienes cumplían funciones como subrogantes.

Gustavo Hornos (autor de la frase que titula nuestra nota), es uno de los magistrados de la Sala I que fue víctima de una extraña maniobra en un tribunal en el que tramitan causas sensibles que inquietan al kirchnerismo.

La decisión generó sospechas por la metodología de la audiencia en la que se definió la remoción y, principalmente, por las causas en las que debían entender los jueces que fueron apartados. Esa Sala, por ejemplo, tiene que definir si se reabre la denuncia de Alberto Nisman contra la ex presidente Cristina Kirchner o contestar las apelaciones en el expediente por el «dólar futuro».

«Yo salí de la reunión con la sensación de que todo había sido previamente resuelto antes de reunirnos, en otros lugares y con otros fundamentos. Fuimos convocados de un día al otro, esperamos una hora y media, sólo para llenar la formalidad necesaria».

«Se encuentran en juego derechos fundamentales de las personas y garantías constitucionales. Ojalá lo ocurrido no tenga nada que ver con ninguna causa judicial pues estaríamos ante un hecho gravísimo». Y agregó: «Sería lamentable que existieran intereses subalternos».

Las autoridades de Casación se comprometieron a que Borinsky y Hornos continúen interviniendo en el caso por la denuncia de Nisman. El expediente fue archivado dos veces y esta es la última oportunidad para que se impulse la instrucción en la Justicia Federal. Hornos fue muy cauto cuando le consultaron si continuará actuando en ese expediente.

«Otra vez escucho el llamado aristotélico a la prudencia. No querría decir que ese argumento es falso, pero ciertamente esa resolución de superintendencia obedeció a una situación diferente. Los Principios de Derecho Procesal -oralidad, inmediación y publicidad- señalan con claridad que los jueces presentes en la realización de la audiencia oral, contradictoria y pública serán los que dicten la sentencia. Sino, ¿ante quién van a exponer las partes sus pretensiones?».

En las últimas horas se sumaron a la polémica las declaraciones de la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien analizó: «Aquello por lo que él volvió de sus vacaciones, que era su trabajo, no es investigado. No es llevado adelante. No entendemos por qué hay una postura tan terminante en no investigar la denuncia que él hizo».

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