Cecilia Incardona frenó la causa por presunto espionaje a causa del coronavirus

Fiscal Cecilia Incardona

Cecilia Incardona, la fiscal de la causa que se dio a conocer como el espionaje macrista, se contagió de coronavirus y quedó internada. “Se sintió muy mal en las últimas horas, fiebre, tos, dolor corporal… Y se fue a atender. Se hisopó y dio positivo”, dijeron fuentes con llegada a la funcionaria del Ministerio Público en Lomas de Zamora.

Como sucede con esta pandemia, nadie puede estar seguro de dónde ocurre un contagio, pero hubo un dato que no pasó desapercibido. El viernes pasado Cecilia Incardona se presentó en el juzgado de Lomas de Zamora a declarar en indagatoria a Martín Coste, el último director de Contrainteligencia de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) durante el macrismo y clave en la causa; y horas después el espía presentó síntomas compatibles con COVID-19.

Luego los resultados confirmaron las sospechas: no sólo Coste dio positivo. También estaba contagiado su abogado defensor, según revelaron las fuentes consultadas.

Para la fiscalía, Coste tiene un papel clave: es el acusado que contó cómo se habría vigilado ilegalmente a Cristina Kirchner y cómo se habría montado después el operativo para encubrir esos seguimientos en una causa legal abierta, para evitar atentados por la cumbre del G20 que iba a realizarse en Buenos Aires. Incluso, en su declaración indagatoria, Coste contó cómo dejó las pruebas en biblioratos de esos pedidos, para que la nueva administración pudiera hallarlos. Para los acusados también tiene un rol crucial: tanto el ex director de la AFI Gustavo Arribas, como su segunda Silvia Majdalani y Alan Ruiz, el ex director de Operaciones Especiales, señalan a Coste como el responsable de lo ocurrido en el Patria, pese a que entienden que todo lo que se hizo fue legal.

Tras su paso por el juzgado, en donde pasó más de seis horas declarando -mientras el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador Axel Kicillof anunciaban el levantamiento de la llamada cuarentena estricta-, Coste avisó a las personas con las que había tenido contacto en las últimas horas que presentaba un malestar: un dolor corporal fuerte. Entre ellos se lo reportó a su abogado, al juez Juan Pablo Augé, al secretario de la causa y a los dos fiscales: Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide, que participaron de una audiencia en las instalaciones del juzgado.

Con el aviso, el área de Medicina Preventiva del Poder Judicial tomó medidas en el asunto, como en cada reporte sospechoso. Hoy, se procedió a “sanitizar” el juzgado, y los funcionarios quedaron aislados por precaución, mientras que Coste, que se había hisopado el lunes, esperaba los resultados que debían entregarle hoy.

Pero en las últimas horas, Cecilia Incardona comenzó a sentirse mal. “Fiebre, tos, dolor en el cuerpo”, contó un allegado suyo. La funcionaria se atendió en el hospital Pirovano, donde informó sus primeros síntomas. De inmediato le hicieron el hisopado. Los resultados confirmaron la noticia: COVID-19, aseveraron las fuentes consultadas.

Su marido, el juez Eugenio Sarrabayrouse, integrante de la Cámara Nacional de Casación Penal, también se hizo los estudios, junto al hijo de ambos. Los dos dieron negativo. Ahora, Incardona quedó internada, derivada a un sanatorio privado que pertenece a su obra social. Está aislada y medicada.

Con las noticias de los contagios de Cecilia Incardona, Coste y su abogado, también quedaron aislados preventivamente el juez Augé, Eyherabide y otros funcionarios que tuvieron vinculación con ellos.

Por estas horas, Cecilia Incardona trabajaba a contrarreloj en la causa del espionaje: en las últimas horas rechazó la recusación que había presentado en su contra Silvia Majdalani, la exsegunda de la AFI de Mauricio Macri, y se esmeraba en otras presentaciones en la megacausa que quedó bajo su órbita: la del espionaje a Cristina Kirchner y el Instituto Patria, que nació con una denuncia de la AFI; y la de las vigilancias y seguimientos que sufrieron medio centenar de políticos, periodistas, jueces, gremialistas y representantes de organizaciones sociales. Entre esas víctimas aparecen Cristina Kirchner, pero también Horacio Rodriguez Larreta, Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Hugo y Pablo Moyano, el juez Martín Iruzun y periodistas como Hugo Alconada Mon, entre otros.

Acerca del Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *