La economía de Chile se mueve constantemente

Plaza de la Constitución en Santiago de Chile

Esta semana, el Ministerio de Economía chileno reveló que en los primeros siete meses del año se crearon 83.315 empresas, un salto de 10,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto representa la formación de 392 empresas cada día, muy por arriba de las 266 diarias de 2018.

¿Cómo lograron que crezca su cantidad de empresas? Y más incluso en un momento de guerra comercial entre los Estados Unidos y China que impacta en el resto de las economías y más fuertemente en aquellas más abiertas, como la chilena.

«Chile es una economía que genera empresas regularmente porque es muy estable, con crecimiento sostenido, que no quiere decir que sea alto todo el tiempo pero sí que permanece y además es una economía muy abierta que permite a las compañías exportar a muchos países», destacó Marcelo Elizondo, titular de la consultora ADN y especialista en comercio exterior.

Es más: en la comparación como economía exportadora, Chile le gana a la Argentina. El año pasado, exportó por USD 72.000 millones, muy por encima de los cerca de USD 61.000 de la economía argentina. «De hecho, en Chile, hay 8.000 empresas exportadoras, una cantidad similar a la de la Argentina», destacó Elizondo.

Según datos del Ministerio de Producción local, la Argentina llegó a tener cerca de 12.0000 empresas exportadoras pero en los últimos ocho años ese número se redujo por distintos factores, entre ellos, las restricciones a las exportaciones que se dieron durante esos años. Hoy la cifra es cercana a los 9.000. Además, las exportaciones de la Argentina equivalen a un 14% del PBI, mientras que en el caso de Chile el porcentaje se acerca al 22 por ciento.

El último dato disponible sobre nuevas empresas en la Argentina es del primer trimestre de 2018: y la cifra es de 17.603.

«Chile tiene un sistema jurídico mucho menos engorroso y las exigencias de la burocracia son menos dañinas. Es más sencillo construir empresas, lo que contribuye a que haya más emprendedurismo. A lo que se suma, claro, el mayor financiamiento disponible, el acceso a insumos importados con facilidad y un país que crece en materia de infraestructura y conectividad», agregó el especialista.

Con todo, el economista Juan Bour, de FIEL, también explicó que más allá de los números en alza, la economía chilena atraviesa sus dificultades por el contexto global. «Este año, el nivel de actividad está relativamente débil. El año pasado Chile creció cerca del 4% y este año, probablemente, esté más cerca del 2,5%», detalló. En estos números tiene mucho que ver el comercio global, afectado por el enfrentamiento entre los Estados Unidos y China.

«Pero si se mira el mediano y largo plazo, los chilenos te dan un contexto de clima de inversión. Tuvieron un período de desaceleración de la inversión durante el Gobierno anterior (Bachelet) y el año pasado eso rebotó, pero no está en niveles récord», señaló Bour.

Entre las causas de los buenos pronósticos de Chile, el economista destacó las reformas constantes en materia laboral, tributaria y de pensiones que se llevan a adelante en el país vecino. «Se está discutiendo ahora. Ya tienen un mercado laboral flexible, pero están buscando que se integren las nuevas formas tecnológicas. Están en la vanguardia en términos de reformas», señaló.

Chile tiene una tasa de inflación promedio del 2,3% anual y los salarios crecen en el orden del 2% anual. Su tasa de interés es de 2,5% con un sistema de tipo de cambio muy flexible y un Banco Central independiente, describió.

«El nivel de emprendimiento está relacionado con que se trata de una economía que todos los años crece y que se adapta permanentemente al mundo. Ellos invierten en el resto del mundo y les pasa lo que al resto del mundo. Hoy, en medio de una situación global compleja, igual consideran que el año que viene van a crecer 3%, es un excelente resultado», destacó Bour.

Sin embargo, Elizondo destaca que pese a su alto PBI per capital, al país vecino le cuesta resolver el problema de la desigualdad social, aunque lograron una reducción en los niveles de pobreza.

Por otro lado, las empresas chilenas también lograron una mayor internacionalización de sus empresas: de las 100 principales multilatinas, unas 15 son chilenas.

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