Consorcios: se duplicó la cantidad de vecinos que deben expensas
Los administradores de consorcios estiman que hay un 20% de morosos en edificios de todo el país.
Es por el impacto de la suba de las tarifas y la inflación. La deuda promedio es de hasta 3 meses. Los jubilados, los más afectados.
Las familias definen prioridades y ciertas cuentas empiezan a quedar impagas. Este año, ante una inflación que golpeó fuerte, uno de los gastos que más se “pateó” para delante fue el de las expensas.
Y eso puso en crisis a consorcios de todo el país, donde los deudores se duplicaron y las finanzas quedaron en rojo.
Lo habitual era que el 10% de los vecinos tuviera atraso. Pero en los últimos meses la morosidad se disparó y ahora ronda el 20%.
Pasó en edificios de todos los niveles. Ante una situación más complicada, mucha gente quizás prefirió mantenerse al día con la cuota del colegio o la prepaga, pero dejó de pagar expensas. Y eso complicó a los consorcios porque todos sus gastos crecieron y se reducen los ingresos para afrontarlos.
Consorcios y casas: el aumento de tarifas modificó hábitos de consumo
Las cifras se relevaron en Capital y el Gran Buenos Aires, donde 6 de cada 10 personas viven en edificios, pero la tendencia se replica en otras grandes ciudades. La morosidad sigue en alza.
La Dirección de Estadística y Censos porteña informó anteayer que las expensas acumulan casi un 37% de incremento desde enero, y un 41% en el último año. Para los administradores, en tanto, el número real es más cercano al 50%. Se trata del aumento más fuerte de los últimos seis años y superó por lejos a los ajustes en los sueldos y las jubilaciones.
“La morosidad creció especialmente entre los adultos mayores. La mayoría cobra la mínima y, sin ayuda de la familia, no pudieron pagar estos aumentos. Ni hablar en edificios chicos o con muchos servicios, donde las expensas ya superan los $ 5.000 o $ 10.000”, agregó Alicia Giménez, de la Unión de Consorcistas de Argentina.
Actualmente, la mayoría de los morosos arrastran deudas de hasta tres meses, que les generan punitorios cercanos al 3% mensual. Cuando el retraso supera los 60 días, los administradores suelen convocarlos para acordar un plan de pago. Y si no se regularizan, lo siguiente ya es la intimación formal por carta documento y el inicio de acciones legales.
El gran problema de la mayor morosidad es que el rojo debe cubrirse de algún modo. Y el más común, cuenta Bergenfeld, es aplicar subas del 5 al 10% en las expensas de todos, lo que genera divisiones entre los vecinos y todavía más morosidad, en un círculo vicioso.
Mientras, no se descarta que las expensas vuelvan a subir pronto, por el bono de fin de año que suelen recibir los encargados. Esa contribución, el año pasado, fue del 20% sobre los sueldos básicos.