Respondiendo a las infundadas críticas a Jorge Macri
Queridos amigos, Argentina está cambiando. Tanto es así que los kirchneristas antes de abandonar el Poder y después de un sinfín de derroteros de gente sin experiencia, de casos de nepotismo, de abusos de autoridad y de acomodos están reclamando idoneidad y eso está buenísimo. Me han reclamado, con mucha Justicia, que así como en su momento cuestioné y me opuse administrativa, mediática y judicialmente al nombramiento de Delfina Rossi lo haga también en el caso de Jorge Macri. Me temo que están cayendo en un error al igualar las situaciones y quisiera profundizar el tema para dar una respuesta precisa al reclamo.
Mi crítica a Delfina Rossi
Mi cuestionamiento a Delfina Rossi se basó en dos pilares fundamentales: la falta de idoneidad para el cargo conforme a las exigencias que impone el propio Banco Central (que considero razonables), experiencia en el sector financiero fundamentalmente, y el acceso al cargo por nepotismo (y ausencia de méritos propios).
En cuanto a la falta de experiencia, la propia Delfina Rossi tras renunciar reconoció que no contaba con la experiencia suficiente por lo que no me voy a extender sobre este tema. No cuestiono su formación (aunque mintió en relación a sus pergaminos) porque no es ese el requisito que impone la ley. Lo expliqué en una Carta Abierta a Delfina Rossi y procuré hacer valer las objeciones por vía judicial y administrativa. Renunció antes de que se resolvieran mis planteos (salvo una cautelar que fue denegada por falta de legitimación activa porque la ley argentina no nos habilita a los ciudadanos la posibilidad de cuestionar hechos de corrupción de manera individual, cuestión que habrá que cambiar o al menos nombrar un Defensor del Pueblo).
En cuanto al acomodo, se trata de una persona que estaba viviendo en el exterior. Sin ninguna experiencia significativa, sin un historial académico destacable (nada despreciable, pero difícilmente justifique que una Presidente decida repatriarla con un sueldo de 70 mil pesos por su formación) lo que evidencia la intervención del Padre. Ella misma reconoció que su Padre era una de las razones por las que estaba ahí.
Ahora, quiero ser muy honesto con este tema. Más allá de la horda de alcahuetes que salieron a justificar este mamarracho hubo muchos votantes del kirchnerismo que me manifestaron su solidaridad con el reclamo y firmaron la petición que armamos y reunió más de 77.000 firmas en Change.Org pidiendo la remoción de Delfina Rossi. A esas personas que lograron sacarse las anteojeras y fueron capaces de criticar lo que estaba mal a pesar de sus preferencias políticas es a quienes siento que les debo esta carta.
El caso de Jorge Macri
Yendo al tema que nos compete, antes que nada se equiparan los casos diciendo que Jorge Macri va como Presidente del Banco Provincia, eso es falso. El Presidente del Banco Provincia será el actual Vicepresidente del Banco Ciudad Juan Curutchet, una persona de probada experiencia y una cabeza formidable a quien conozco personalmente y puedo acreditar su idoneidad (y cumple sobradamente con el requisito de “contar con antecedentes de reconocida idoneidad” que plantea el artículo 19 de la Carta Orgánica del Banco Provincia. Por su parte, Jorge Macri ha sido designado como Presidente del grupo BaPro. El Grupo Bapro es un Holding de empresas de servicios dependiente del Banco Provincia y cada empresa tiene su propia estructura de gobierno por lo que en todo caso correspondería analizar la idoneidad de cada equipo técnico en cada empresa en particular, eso sí sería equiparable al análisis que realicé sobre Delfina Rossi. Pero vayamos un paso más allá y analicemos si Jorge Macri tiene, al menos, experiencia como para ser un buen gestor.
La experiencia de Jorge Macri
Si uno analiza la biografía de Jorge Macri, desde muy chico debió hacerse cargo de la empresa familiar, no concluyó sus estudios en arquitectura y fue empresario vinculado a los sectores automotrices y de forestación. Además fue un intendente exitoso en su distrito, Vicente López, logrando la reelección y varios reconocimientos a su gestión en el distrito.
En complemento a esto, recuerdo hace un tiempo cuando hablaba con uno de los genios máximos del emprendedorismo argentino, Santiago Bilinkis, sobre mis dudas sobre si postular para ser gerente general de Uber en Argentina por haber sido gerente general de una empresa en el rubro de salud (odontología) y me dijo algo así como “No importa tanto la actividad específica de la empresa, el que sabe gestionar puede gestionar cualquier cosa”, reitero que la frase no es textual, pero me partió la cabeza y me hizo cambiar la forma de encarar las responsabilidades: saber gestionar es algo muy diferente a ser un técnico específico en un área en particular.
Sin ir más lejos, el caso de Mauricio Macri evidencia que se puede pasar de la gestión de una empresa, a la gestión de una asociación civil (Club Boca Juniors), a una exitosa gestión municipal/provincial en la Ciudad de Buenos Aires y confío en que una próxima exitosa gestión en la presidencia de la nación. Y recuerden que el tipo es ingeniero civil, estudió para construir puentes, evidentemente el management pasa por otro lado. Y no veo razones objetivas para dudar de la capacidad de gestión que es el requisito de idoneidad para el cargo que surge desde una perspectiva razonable.
Viendo que tiene experiencia en gestión vale preguntarse si, como en el caso de Delfina Rossi, exige algún requisito legal específico para ocupar dicho cargo. La respuesta es que no exige dicho requisito específico para la presidencia del grupo Banco Provincia. Y aun así sólo sería razonable requerir experiencia en gestión que considero que ya hemos probado. Vamos a lo que sigue y es si hubo o no mérito para el cargo. Al respecto, vale recordar que Nicolás Scioli, hermano de Daniel Scioli, es actualmente vicepresidente del Grupo Bapro. No escuché ninguna crítica hasta ahora sobe el nepotismo en este caso. Pero, reitero, celebro el despertar tardío de la conciencia republicana de los kirchneristas que a 7 días de pasar a ser oposición te cuentan hasta los centavos, eso está buenísimo. Volviendo al caso de Nicolás Scioli, si uno analiza su CV y su historial destaca que el tipo se formó y fue creciendo desde abajo.
Las razones del nombramiento de Jorge Macri
Resta preguntarnos si las razones de acceso de Jorge Macri se deben o no a su vínculo familiar con Mauricio Macri. Quien conoce su historia sabe que Jorge y Mauricio han tenido momentos álgidos y que Jorge muchas veces antagonizó con su primo haciendo la suya. De hecho Jorge se hizo de un nombre en política por su propio laburo y con la no menor hazaña de haber derrotado en 2011 al “japonés” García quien gobernaba desde 1987. En este tiempo, además de haber sido Intendente de Vicente López, fue jefe de campaña de María Eugenia Vidal contribuyendo a lograr el nada despreciable resultado de que “Mariu” resulte electa Gobernadora. Con todo esto quiero decir que Jorge Macri hizo mérito suficiente para que lo tengan en cuenta por su propio esfuerzo, a diferencia de Delfina Rossi. Y con esto saldo el segundo argumento.
Con lo anteriormente expuesto podría concluir para justificar por qué creo que los casos de Delfina Rossi y Jorge Macri son incomparables, pero me animo a ir un poco más allá. Creo que casos como este nos permiten retomar un debate pendiente en la Argentina: la meritocracia. Este tipo de cuestionamientos le hacen mal a la Democracia y creo que el problema no está (o al menos no está únicamente) en las personas que se eligen sino fundamentalmente en el sistema que permite para muchísimos casos la discrecionalidad y la falta de estabilidad del empleado público. Sin entrar a analizar si el caso específico de Jorge Macri o si el de Delfina Rossi requerirían o no un sistema de concurso público me permito a hacer una crítica general al sistema. Argentina necesita un cambio en lo relacionado al empleo público y la designación de cargos. Debemos fortalecer la carrera burocrática y promover tanto como se pueda la autonomía de los empleados públicos: deben trabajar para todos los argentinos y no para las circunstancias político-partidarias de turno.