Mitos y realidades sobre el costo del voto en la Argentina

Gráfico total costos estatales y privados

Para el autor de este artículo, escribir es una pasión. Pero es una pasión que tiene sus costos, porque requiere de una inversión de tiempo que, como para muchas personas, se torna escaso. Máxime cuando uno es perfeccionista, porque desea que su producto final sea de alta calidad.

¿Y por qué escribir una nota o un artículo puede llevar mucho tiempo? Pues porque, como para toda persona que se precie de escribir de manera responsable, los datos son muy importantes. Y sucede que, para poder escribir un artículo que tenga un basamento sólido, se debe invertir horas en la búsqueda de información, y luego en su procesamiento, para poder obtener conclusiones y, así, publicar esas ideas.

Y justamente, de eso se trata este artículo. Del costo de las cosas. Y particularmente, del costo del voto.

Aclaraciones metodológicas

Para llegar a las conclusiones del artículo, se ha realizado una investigación sobre los aportes estatales a cada partido registrado para participar en las PASO presidenciales, datos que ofrece la Dirección Nacional Electoral, como así también sobre los aportes privados que ha recibido cada partido. Es importante aclarar, en este apartado, que los únicos 3 partidos que figuran con aportes privados a la campaña presidencial son el Frente de Todos ($14.361.137,33), Juntos por el Cambio ($17.355.668) y el Frente de Izquierda ($69.000). Todos los demás partidos (o coaliciones de partidos) no han recibido aportes privados a las campañas presidenciales (al menos, eso refleja la web de la Cámara Nacional Electoral). Por lo tanto, Consenso Federal, NOS, Despertar, el Movimiento Al Socialismo, el Frente Patriota, el Movimiento de Acción Vecinal y el Partido Autonomista han participado de las PASO con candidatos a Presidente y Vicepresidente sólo con los aportes estatales.

Luego, se tomó los datos que ofrece la Justicia Nacional Electoral en su web, y se utilizó solamente los votos para candidatos a Presidente y Vice. Así, se pudo establecer qué candidatos tuvieron un mayor rédito por su dinero invertido o, dicho de otra manera, se pudo calcular el costo de cada voto, según la fórmula presidencial.

Para acotar el análisis, solo se ha trabajado sobre los partidos que superaron el porcentaje permitido para participar de las elecciones generales.

El costo del voto

Habiendo entonces explicado el trabajo realizado para exponer estas ideas, a continuación presentamos los resultados.


Gráfico total de porcentaje de aportes estatales y privados por voto, realizado por el director de la Fundación Apolo

Para entender la composición del gasto, es importante saber que todos los partidos políticos que participaron de las PASO para el cargo de Presidente y Vicepresidente, recibieron un aporte del Estado que es una suma fija ($18.484.733,47) para la impresión de las boletas. Luego, reciben del Estado una suma variable, que depende de los votos que tuvo el partido en su última elección general. Así, por ejemplo, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos fueron las coaliciones que más dinero recibieron, debido a que en la última elección a Presidente ellos fueron los más votados. Aquí es importante destacar que un partido puede tener una “marca comercial” nueva (como es el caso de Consenso Federal), pero recibe dinero del Estado porque el partido con el que se presenta a elecciones ya ha participado en elecciones anteriores. Por este motivo, los desembolsos del Estado a los partidos fueron, en orden decreciente, para Juntos por el Cambio (1), Frente de Todos (2), Consenso Federal (3), Frente de Izquierda (4), NOS (5) y Despertar (5). La posición número 5, como es visible, fue compartida por 2 partidos, debido a que recibieron la misma cantidad de dinero.

Ahora bien, teniendo en cuenta los votos que obtuvo cada partido, es posible calcular el costo de cada voto. Así, si se contabiliza solo los aportes estatales, la fórmula Fernández-Fernández fue la que menor costo por voto tuvo, ya que dividiendo el dinero recibido por el Estado por la cantidad de votos obtenidos, el resultado arroja que cada voto tuvo un costo de $3,38. Y si se divide los aportes totales a la campaña de Fernández-Fernández (aportes estatales más aportes privados) por los votos obtenidos, el costo final de cada voto del Frente de Todos es de $4,61.

Luego, Juntos por el Cambio tuvo un costo por voto de $5,59 si se toma solo los aportes estatales, y de $7,81 si se considera los aportes totales a su campaña (públicos y privados). Consenso Federal, teniendo en cuenta que (según la Cámara Nacional Electoral) no tuvo aportes privados a su campaña nacional, tuvo un costo por voto de $13,13. Los votos del Frente de Izquierda tuvieron un costo de $34,57 si se considera los aportes estatales, y de $34,66 si se toma los aportes totales a su campaña. El costo de cada voto de NOS fue de $35,38. Despertar, por su parte, desembolsó $42,65.

Ahora bien ¿Qué nos deja ver el “costo del voto”? En principio, conocer el costo de cada voto permite saber si el gasto de campaña fue eficiente o no. Así, puede afirmarse que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio tuvieron un gasto eficiente de campaña, ya que obtuvieron una mayor rentabilidad por el dinero invertido. Es decir, obtuvieron más votos por el dinero gastado, que otras fórmulas presidenciales. Podría decirse que hasta Consenso Federal tuvo también un gasto eficiente, teniendo en cuenta lo “barato” que fue cada voto para la fórmula Lavagna-Urtubey.

Pero, si se observa los números siguientes, es posible detectar que el costo por voto se incrementa de manera exponencial para los demás partidos. Así, un voto del Frente de Izquierda tiene el mismo valor que 7,51 votos del Frente de Todos; un voto de NOS, 7,67; y un voto de Despertar, 9,25 votos del Frente de Todos.

Si se decidiese agrupar a los partidos por ideología, y achicando la cantidad de partidos a sólo aquellos que superaron el umbral de las PASO para competir en las elecciones generales (es decir, Frente de Todos, Juntos por el Cambio, Consenso Federal, Frente de Izquierda, NOS y Despertar), podría afirmarse que los votos del Frente de Izquierda no cambiarán de destino, y que pueden sumar los votos de la fórmula de Manuela Castañeira, por lo que su valor (o costo) disminuiría aproximadamente en un 25%.

Por otra parte, si se piensa que el voto dirigido a Despertar es, en general, voto de un espectro liberal que se encuentra desencantado con Cambiemos, es posible sostener que si ese voto hubiese ido dirigido a Juntos por el Cambio su costo hubiese sido mucho menor y, como agregado, hubiese sido un voto mucho más inteligente, en la medida en que podía haber colaborado a achicar la diferencia entre las dos fórmulas más votadas. Lo mismo puede decirse con respecto al voto de NOS, que ha sido un voto centrado en una temática muy específica, es decir, su negativa a la legalización del aborto. Sabiendo que es un voto conservador en lo moral, es imposible imaginar que un votante de NOS pueda votar al Kirchnerismo. La derivación de esos votos (Despertar y NOS) a la fórmula de Juntos por el Cambio (de donde es prácticamente seguro que provienen esos votos) habría servido para que el margen entre la primera y la segunda fórmula ronde el 10%, y muy probablemente hubiera contribuido a que el mercado reaccione de una manera distinta a como reaccionó el Lunes 12 de Agosto.

Ahora bien. Si se analiza esos votos (los de NOS y los de Despertar), es posible afirmar que el voto de NOS se vincula a las convicciones de sus votantes, ya que ven en esa fórmula presidencial un resguardo moral en su lucha, y no se vincula con un desencanto con Cambiemos. Pero si se observa el voto de Despertar, y como bien se mencionó que es un voto desencantado de Cambiemos, puede sostenerse que el mismo ha sido uno de los votos menos inteligentes, ya que era obvio que Espert nunca podía llegar a la Presidencia, y si de defender las libertades se trata, es imperioso entender que para poder defender la libertad económica (que Espert proclama hacerlo) primero se debe asegurar la libertad de expresión y de opinión, la división de poderes, el respeto por las instituciones, el respeto por los contratos, la libertad de empresa, etc, etc, etc. Es decir, el voto a Espert ha sido poco inteligente (ya que no es basado en cuestiones morales, por lo que puede afirmarse que no es emocional) en la medida en que ha coadyuvado al establecimiento de la fórmula Fernández-Fernández como virtual Presidente y Vice, sabiendo todos los peligros que eso conlleva para la República. Es de presuponer que un liberal haga un cálculo costo-beneficio de su voto, pero parece que en este caso no ha sido así.

Como agregado, y teniendo en cuenta la nota publicada el 19 de Agosto en el diario La Nación, donde se menciona que el Jefe de Campaña –y primer candidato a Diputado Nacional- de Espert (Nazareno Etchepare) desde junio se encontraba distanciado del candidato presidencial por “descubrir” que el kirchnerismo financiaba la campaña de Despertar (dato que fue negado repetidas veces durante la campaña), es posible ver que el votante de Espert fue engañado y que, por las consecuencias de sus votos (en términos de costo-beneficio), fue uno de los votos más perjudiciales para el país. Asimismo, y atento a las proclamas de defender la no utilización de los recursos de los contribuyentes, es posible afirmar que Despertar fue en contra de su ideología, ya que tuvieron el voto más caro de todos los partidos que pasaron a las elecciones generales, utilizando aportes estatales (es decir, de los contribuyentes).

Mucho se ha escuchado decir, en el último tiempo, que en estas elecciones está en juego la República. Y es totalmente cierto. Porque de un lado aparece una lista de candidatos multi-procesados, irrespetuosos del Estado de Derecho, que amoldan la ley a su placer para mantenerse en el poder y para repartir a diestra y siniestra los recursos del Estado (o sea, de todos los contribuyentes) en pos de mantener votos cautivos, que no respetan las libertades individuales, que no respetan la división de poderes, que asesinan fiscales, que amenazan públicamente, que escrachan a los opositores, que utilizan los medios del Estado para hacer propaganda política. En suma, de un lado está la barbarie. Y del otro lado está la civilización, el respeto por el prójimo, el respeto por los contratos, por las instituciones, por la ley, que no se basa en amenazas y aprietes, que lucha contra las mafias enquistadas en el poder (sindicatos, narcotráfico, policía) y que, si bien económicamente el país podría estar mucho mejor, ha hecho una gran tarea reduciendo el déficit primario.

Esto es lo que el votante liberal debe entender. En esta elección está en juego la integridad del país. En esta elección está en juego el país, y por lo tanto, se debe actuar en consecuencia.

Gráfico total costos estatales y privados a la fórmula Del Caño – Del Plá
Gráfico total costos estatales y privados a la fórmula Espert – Rosales
Gráfico total costos estatales y privados Fernández – Fernández
Gráfico total costos estatales y privados a la fórmula Gómez Centurión – Hotton
Gráfico total costos estatales y privados a la fórmula Lavagna – Urtubey
Gráfico total costos estatales y privados a la fórmula Macri – Pichetto

EL AUTOR ES DIRECTOR DE LA FUNDACIÓN APOLO.

Acerca del Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *