Dilma Rousseff, entre la espada y la pared en Brasil

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Mientras nuestro país cambia de gobierno y comienza lentamente a calmar las aguas, del otro lado de la frontera Brasil continúa en caída y las protestas contra el gobierno de Dilma Rousseff son uno de los últimos números en aumento.

Así como su antecesor Luiz Ignacio Lula Da Silva había dejado un país estable con 40 millones de personas fuera de la pobreza, luego del fin de los primeros cuatro años de Dilma todo se desbarrancó. La situación parece haber tenido un punto de inflexión después de  la Copa Confederaciones 2013 y el Mundial de fútbol de 2014 (los Juegos Olímpicos Rio 2016 aún no se disputaron). Un gran Coctel de inversiones en infraestructura de estadios y Domos no se recuperará fácilmente.

Comencemos por desglosar todo esto para entenderlo mejor. Según informó este diciembre la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 1,7 millones de personas quedaron desempleadas en América Latina y el Caribe sumando todo el año 2015. Se detalla en el informe que esto se da mayormente por un deterioro en la situación laboral de las mujeres y los jóvenes y una suba de la informalidad (léase generación de empleos de menor calidad, o en negro)

Desde luego, Brasil, es el país latino que más responsabilidades tiene en esta situación; el desempleo se incrementó en 1,5 puntos porcentuales, siendo industria y construcción los dos sectores más afectados. En octubre, la pérdida fue de 169.000 puestos de trabajo; 130.629 puestos en noviembre y 1.5 millones de puestos de empleo en diciembre. Es el peor resultado en 23 años.

Del mismo modo, el país vecino registró un 10,71% de inflación acumulada en todo 2015, según cifras oficiales. Los rubros de alimentos, bebidas y transportes fueron los responsables del fuerte aumento, al presentar un alza de 2,02% y 1,76% respectivamente. Esto le costó el cargo de ministro de Hacienda a Joaquim Levy, quien fue reemplazado por Nelson Barbosa en la primera semana de diciembre. El peor número en 13 años.

Otras de las cosas que Dilma suma, al margen de haberse “salvado” de su juicio político, son marchas a favor y en contra. Trabajos de la encuestadora Datafolha de Brasil arrojan los siguiente datos: El 24 % de la población aprueba la gestión, el 40 % la califica de “regular” y el 35 % la considera “mala o muy mala”.

En suma, el domingo 18 de este mes , miles de ciudadanos llenaron las calles de varias ciudades en una marcha contra Dilma Rousseff con la leyenda “fuera Dilma” y el pedido de resolución de su juicio político en el Congreso; según informes policiales, sólo en Río sumaron 5.000 personas. En tanto que el 8 de este mes, otros miles se movilizaron en apoyo a la presidente para exigir frenar el proceso comenzado la semana pasada. También piden la salida del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cuña, que es quien inició el caso. Por este juicio ya son condenadas 25 personas, además de la acusación a la presidente del Brasil.

Por último, este 25 de noviembre, debido al escándalo de Petrobras, el juez Teori Zavascki ordenó arrestar a un senador ligado a Dilma por recibir casi medio millón de dólares de dádivas, el senador Delcidio do Amaral (Partido de los Trabajadores). También se comprobó que para evitar su arresto había intentado soborar, con la clara pretensión de «obstruir la acción de la justicia». Al igual que él, fueron arrestados el banquero André Esteves, presidente de BTG Pactual, y Diogo Ferreira, jefe de gabinete de Amaral. Están involucradas 41 personas en el escándalo de Petrobras.

La crisis más grande de Brasil parece no tener límites.  Ya nada se puede hacer; ni siquiera el Mercosur como entidad puede colaborar en el apoyo económico y político a Dilma Rousseff. Se visualiza un 2016 aún peor.

 

 

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