Droga y narcotráfico: los números que dan miedo

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Existen más de 50 clases de drogas, a nivel mundial. Cada año, no sólo se ven sus negocios y ganancias sino que se descubren nuevas sustancias que, en su mayoría, son productos de mezclas de las variedades. Para mejor desarrollo de este informe, nos centraremos en las tres más consumidas –que según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) son: la marihuana (42%), la cocaína (40%) y el éxtasis y otras drogas (18%). En base a esto, se detallan los países de mayor consumo de estas sustancias.

MARIHUANA, LA DROGA MÁS CONSUMIDA

Contra todos los pronósticos, no es un país latino el que se encuentra al tope de esta lista. Se calcula (según datos de UNODC) que el 16.8% de los canadienses la fuman cada año. Esto se debe, entre otras cosas, a la rentabilidad -entre el 60% y el 90%- de la marihuana se exporta, tanto legalmente como de contrabando, a los Estados Unidos para también ser consumida allí, lo que lo convierte en el segundo consumidor mundial.

La droga tiene, del mismo modo, su uso medicinal. Por tanto, y con sus correspondientes regulaciones, en algunos países, como Uruguay, Holanda, Corea del Norte, Portugal, Argentina, Suiza, Bélgica y Chile, se permite el consumo de la marihuana, siempre que primero se porte una receta médica. En cuanto al uso medicinal, la lista de “top 10” de consumidores varía notablemente ubicando a los países mundiales en este orden: Islandia (18,3%) por sus zonas árticas y áridas; la droga es usada para aliviar la bronquiolitis y los broncoespasmos. Estados Unidos (14,8%), Nueva Zelanda (14,6%), Nigeria (14,3%), Canadá (12,2%; con el mismo uso que Islandia), Bermuda (10.9%), Australia (10.3%), España (9.6%), Zambia (9.5%) y República Checa (9.2%).

COCAÍNA

Esta vez, los datos dejan poco margen de dudas. Los diez países en los cuales el narcotráfico genera enormes ganancias son, en su mayoría, latinoamericanos. Cabe aclarar que los niveles de producción o consumo no son de simple rastreo, pero un indicador bastante aproximado se obtiene de decomisos que realizan las autoridades. Del lado americano del mundo, México y Colombia son los mayores productores de cocaína. Según los datos de UNDOC, es el 35% del total producido (y decomisado) mundialmente. Los decomisos que se han logrado registrar se producen: 15% en América del Norte, 13% en Centroamérica y 60% en Sudamérica.

Los Estados Unidos ya generaron una llamada “Lista Negra de la droga”. Una división interna de la Secretaría de Estado estadounidense, a cargo de Hillary Clinton, se encarga de su actualización y nomenclatura. Aquí se mencionó, primeramente, a países donde se planta la coca, se produce cocaína en laboratorios y se consume: Colombia, Bolivia, México, Argentina y Perú; y un resto de países donde sólo se consume: Birmania, Ecuador, Guatemala, Afganistán, Bahamas, Haití, Jamaica, India, Laos, Pakistán, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Costa Rica, Honduras y Nicaragua.

ÉXTASIS Y DERIVADOS

De acuerdo a reportes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), en México se consumen (y producen) alrededor de 400 Kg de éxtasis al año. Los “usuarios” la prefieren porque “potencia la capacidad de memoria” y tiene efectos antidepresivos y analgésicos similares a la morfina.

Todo se modificó, no sólo en México sino en toda América del Sur, a partir de 2007, cuando (al menos allí) la morfina y los analgésicos comenzaron a pasar como medicina y no como droga ilegal por la aduana; ya que, al transportar dosis dentro de límites legales por las fronteras, los narcotraficantes han logrado ganarle a las autoridades.

Sin embargo, más comercio significa más competencia. Las disputas por territorios han hecho que sea difícil cuantificar el número preciso de adictos a esta droga. Uno de los derivados más grandes del éxtasis son las meta-anfetaminas. Son un tipo de droga estimulante del sistema nervioso, que, por lo general, se presenta en cápsulas o pastillas. Aumenta el estado de alerta y la concentración (similar a la adrenalina natural del cuerpo), la euforia,  la confianza y la energía.

El tráfico de droga va en aumento y no hay leyes que lo puedan frenar. ¿Será que la complicidad es política y la protección se negocia? ¿Es lavado de dinero de un lado y protección del otro? Grandes interrogantes, para un breve informe.

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