El Vaticano pide detener la Constituyente en Venezuela
El Vaticano despertó del letargo y a último momento sobre la situación en Venezuela. A pocas horas de que en Caracas el chavismo tome el Parlamento para instalar su propia Asamblea Constituyente en medio de una enorme marcha opositora y repudio internacional, el Vaticano pidió suspender «las iniciativas en curso como la nueva Constituyente» y solicitó crear las condiciones «para una solución negociada» a la crisis que vive el país sudamericano.
La Secretaría de Estado, dirigida por el cardenal Pietro Parolin, antiguo nuncio en Caracas, pidió que “se evite o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente” pues, subrayó, “más que favorecer a la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro”.
Asimismo dirigió un “apremiante llamamiento” a toda la sociedad para que “sea evitada toda forma de violencia” e invitó “en particular, a las fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.
En otro párrafo, la Santa Sede, que en 2016 tuvo un intento de mediación en el país sudamericano que el propio papa Francisco reconoció que «no funcionó», pidió que «se creen las condiciones para una solución negociada de acuerdo con las indicaciones expresadas en la carta de la Secretaría de Estado del 1 de diciembre de 2016, teniendo en cuenta el grave sufrimiento del pueblo a causa de las dificultades para obtener alimentos y medicamentos, y por la falta de seguridad».
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) ha rechazado esta iniciativa del Ejecutivo de Maduro por considerarla «peligrosa para la democracia» y el presidente de los obispos venezolanos, Diego Padrón, alertó que podría derivar en una «dictadura militar».
La Constituyente ha sido rechazada por países como México, España, Colombia, Estados Unidos, México, así como por la Unión Europea, mientras que ha sido reconocida por China, Rusia, Cuba, Bolivia o Nicaragua.