Estados Unidos y Cuba: un acercamiento pragmático
Muchas críticas podrán escucharse o leerse de la gestión de Obama, especialmente si viene desde los republicanos. Pero algo hay que a tener en claro, Obama rompe con muchas políticas de Estado de Bush Jrs, especialmente en política exterior hacia la región latinoamericana.
Se puede hacer un análisis exhaustivo de si es Obama más pragmático y menos ideológico (con la democracia) que Bush jrs. Ya que existen políticas que diferencia a la gestión de Obama y la de su antecesor en política exterior. Como por ejemplo, Obama busca defender los derechos humanos y la democracia en América Latina, impulsando la resolución de conflictos por medio de los organismos internacionales (OEA, ONU), esto quedó demostrado con el golpe de Estado contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, por la cual EE.UU no solo afirmó que actuaría en el marco de la cooperación multilateral y de acuerdo a la carta democrática de la OEA, sino que suspendió programas de ayuda militar y de asistencia de desarrollo que beneficiaban al gobierno hondureño. A su vez una diferencia clara entre Obama y Bush es la relación más colaborativa que busca tener con Cuba y de esto va a tratar la nota, de hacer un análisis de la relación pragmática y el cambio en las relaciones entre EE.UU y Cuba actualmente.
Cuba y EE.UU tienen una relación pragmática que comienza desde mucho antes de la guerra fría, para ser más precisa, sus relaciones comienzan cuando cuba se independiza de España después de la guerra de Cuba (1898) y EE.UU logra que la Cuba recientemente independizada, incluyan en su Constitucion la enmienda PLATT, que determinaba que EE.UU podía intervenir para preservar “la independencia de cuba, el mantenimiento de los gobiernos de acuerdo al aseguramiento de la vida, la propiedad y la libertad individual” y a su vez el gobierno de cuba consentía que EE.UU intervenga para mantener y asegurar esto.
EE.UU con el control de Cuba, se aseguraba la disponibilidad y el control de su base naval en la bahía de Guantánamo.
En 1959 hay un abrupto cambio, en las relaciones de Cuba y EE.UU, la primera se separa totalmente de USA, por la revolución de Cuba (revolución de Castro) y no es la ideología lo que «convierte» a Cuba en pro comunista y pro URSS sino que es el pragmatismo, ya que recién en 1962 Castro se muestra como Pro comunista y esto se debe a que EE.UU había decidido importar menos productos de Cuba y es por esto que la Cuba de Castro, al necesitar nuevos compradores de azúcar se acerca a la URSS.
Una vez mas el acercamiento de Cuba y Estados Unidos es claramente pragmático, cabe señalar que los Castros no solo están viejos y necesitan redefinir el posicionamiento de Cuba en el sistema internacional, ya que al no tener un claro recambio en el poder (como todos líderes carismáticos), y al ver la crítica situación que atraviesa su principal socio comercial (Venezuela), necesitan buscar otros caminos, otros socios comerciales, redefinir otras políticas de Estado ya que si Cuba pudo sostenerse económicamente todos estos años de bloqueo económico, fue principalmente por sus socios económicos, primero la URSS y luego Venezuela, que actualmente no solo atraviesa una situación crítica en lo económico, social y político, sino que es un país que ya no tiene la misma influencia en la región y esto se vio claramente en la VII cumbre de las Américas, donde los paises latinoamericanos ya no tenían como eje de sus discursos, ese deseo de “desafío u oposición” al imperialismo de Estados Unidos que tenía anteriormente como principal baluarte a Hugo Chávez, a su vez esto quedó constatado, cuando, Nicolás Maduro, no logró un consenso, en su condena del decreto ejecutivo de Obama, que negó visas de entrada a EE.UU y congelo depósitos bancarios; porque actualmente Latinoamérica, ve pragmáticamente el crecimiento económico de EE.UU en la gestión de Obama.
Analizando el acercamiento de Cuba- EE.UU, desde la postura Estadunidense, hay que destacar que le quedan solo dos años a Obama como presidente de EE.UU por esto el factor tiempo para los demócratas, al igual que para los Castros, es muy importante. Los demócratas buscarán ganar las próximas elecciones y esta es una de las razones por la que Obama quiere dejar su imprenta en el gobierno y darles otro sentido a su política exterior con Cuba, con respecto a sus predecesores. Como señalaba Kerry “Esta transición, este momento histórico, se está llevando a cabo porque el presidente Obama tomó una decisión fundamental y personal para cambiar la política que no funcionaba y que no había recibido atención por mucho tiempo. Eso es liderazgo”
Sacar a Cuba de lo la lista de países que “auspician el terrorismo”, acercarse a Cuba en una relación más colaborativa que conflictiva, con una agenda bilateral que va mas allá de acuerdos migratorios entre la isla y EE.UU, es un imprenta de la gestión de Obama, que se diferencia de sus antecesores porque quiere demostrar que los demócratas quieren darle otro sentido a las relaciones no solo entre Cuba y EE.UU, sino también con América latina.
A su vez, hay que señalar que Obama pareciera establecer un rollback en su politica exterior, es decir, volver a esas políticas de Estado que llevaron a EE.UU a ser la súper potencia hegemonica del sistema internacional y que Bush jrs llevó a una “hegemonía en decadencia”, destruyendo y cambiando políticas de Estado de cooperación y bilateriedad entre Estados Unidos con diferentes regiones, por políticas exteriores muy activas (ofensivas) y de características unilaterales.
Si bien la gestión de Obama convive con importantes problemas en el sistema internacional como la guerra civil siria que continúa, la amenaza y el crecimiento del grupo terrorista ISIS en Irak y Siria, el protagonismo en el sistema internacional que está recuperando su anterior rival en la guerra fría, Rusia y la aparición de otros polos de poder, contrapuestos a la ideología democrática estaunidense como China. Ante esto, no puede hacer más que contener o replegarse por las limitaciones (sociales, políticas y económicas) que les acarreó su predecesor y que le genera el congreso. Aunque el congreso, signifique una restricción y una limitación para las políticas exteriores que desea llevar a cabo, Obama, rompe con muchas políticas de Estado de Bush, ya que no solo quiere dejar su imprenta en el gobierno, sino que quiere que EE.UU recupere el protagonismo con las políticas de Estado que una vez lo llevó a ser la hegemonía indiscutida.
Pero esto no será fácil, ya que como había mencionado anteriormente, ninguna decisión de Obama en política exterior podrá concretarse sin el aprobacion del congreso, que es mayoritariamente republicano, que no solo dificultan y retienen las políticas exteriores que Obama quiere llevar a cabo en Medio Oriente con respecto a Iran, ISIS y Siria, sino que mantienen el embargo hacia Cuba. Ya que aunque se haya creado una coalición bipartidista como Engage Cuba (organización a favor del fin del bloqueo de Estados Unidos hacia la isla) que hizo hace poco su presentación oficial en Washington en busca de la promoción de la normalización de las relaciones y aumentar la presión sobre el Congreso para lograr el “desembargo”, hay que tener en cuenta que el desembargo, está en poder del congreso, debido a que sigue en vigencia desde el gobierno de Bill Clinton, la Ley Helms Burtton (1996), que establece que el embargo se levantará cuando haya una transición democrática en cuba, es decir cuando no estén en el poder ni Fidel ni su hermano y a su vez, Cuba, tendría que retribuir todas las propiedades a los expropiados (propietarios originales, mayoría estadunidenses) antes de la revolución cubana de 1959.
Por esto, aunque Obama y los demócratas estén a favor del desembargo de desarrollar una política exterior más colaborativa con Cuba, alegando mas al pragmatismo que al dogmatismo, es muy difícil que en un corto plazo se levante el embargo, aunque hay que aceptar que antes de las VII cumbre de las Américas, muy pocos creían que iba a haber un cambio entre Cuba y Estados Unidos en políticas exterior, como muy pocos creían que se lograría una reapertura de las embajadas en las capitales de ambos países, reafirmando el deshielo en sus relaciones, por eso, todo dependerá de la presión que ejerzan los organismos que estén a favor del “desembargo” y los organismos que piden la retribución de las propiedades antes de realizarse “desembargo”, de que ambos gobiernos puedan llegar a un acuerdo en temas como la libertad de expresión y los Derechos Humanos. A su vez, también depende de la predisposición que tenga el Congreso de poner fin al embargo y darle otro sentido a las relaciones entre Cuba y Estados Unidos después de 56 años