Evo Morales violó una regla que había firmado
El ex presidente de Bolivia Evo Morales rompió su compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina a menos de 24 horas de haber arribado en condición de asilado político. Este viernes, el líder del MAS embistió contra la presidente de su país, Jeanine Áñez y los dirigentes Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa.
Si bien los mensajes fueron publicados en redes sociales, es de público conocimiento que el referente cocalero aterrizó en Buenos Aires en condición de asilado político e inició los trámites para radicarse como refugiado.
Según informó públicamente el canciller argentino Felipe Solá, para abrirle las puertas del país el gobierno le pidió especialmente a Morales que no hiciera comentarios políticos. Resaltó que este compromiso incluía opiniones sobre el proceso político y social que atraviesa Bolivia. Esta condición había sido negociada personalmente entre Alberto Fernández y el ex jefe de Estado boliviano en las negociaciones previas a su arribo al aeropuerto de Ezeiza.
Aunque la ley 26165 de Reconocimiento y Protección al Refugiado no establece ningún tipo de prohibiciones políticas, Solá aseguró que le pidieron al ex mandatario no expresarse en público. «Eso es un compromiso político, no lo dice la ley. Puede saludar, reunirse, pero no hacer campaña desde acá», sostuvo.
«Nosotros no queremos que ni Evo Morales ni ninguno de los que estén en condición de refugiado usen este lugar para hacer política y hagan declaraciones públicas. Se podrán ver con quien quieran, pero no podrán opinar públicamente y generarle algún problema a la Argentina en ese sentido», advirtió Solá tras la llegada de Morales
Pese a ese pedido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), instalado en la ciudad de Cochabamba, lo eligió como jefe de campaña con miras a las próximas elecciones generales de 2020
La violación del acuerdo genera más tensión entre la nueva administración argentina y el gobierno de Añez. El jueves, la canciller Karen Longaric pidió específicamente que la Argentina cumpla con las convenciones internacionales respecto al asilo y refugio político e impida que Morales realice declaraciones políticas que perturben el proceso electoral en su país.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) renunció a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre, en medio de una ola de protestas generalizadas contra su gobierno, acusaciones de corrupción en las recientes elecciones en el país andino y la presión de las Fuerzas Armadas.
Tras la dimisión, el ex presidente abandonó Bolivia con dirección a México, donde le fue otorgado el estatuto de asilado político al argumentar que su vida corría peligro. Allí permaneció activo durante un mes, y luego viajó a la Argentina. Mientras tanto, un gobierno de transición asumió en su propio país, a la espera de celebración de nuevas elecciones.
Álvaro García Linera, ex vice de Evo, también llegó a la Argentina el jueves por la noche.
La actividad política en la Argentina podría confirmar las sospechas de las autoridades de Bolivia: creen que Evo Morales viajó a la Argentina para comandar desde allí la campaña del MAS para las próximas elecciones presidenciales. “Elegiremos a un candidato unitario y nuevamente ganaremos las elecciones en primera vuelta”, prometió recientemente el ex jefe de Estado.
Los primeros minutos de Evo Morales en nuestro país
El secretario general de ATE capital, Daniel Catalano, contó cómo fue el recibimiento de Evo Morales en Argentina. “Participamos de la bienvenida. Después el Gobierno se hizo cargo de lo protocolar, la seguridad y el alojamiento”, contó.
El sindicalista y miembro de la comitiva anticipó que se entraron en la madrugada sobre la llegada del mandatario boliviano depuesto por un golpe de Estado.
“Evo y Linera quieren estar en su país. Pero están contentos de estar en Argentina, es un país muy hermano para ellos. Con el correr de los días harán declaraciones y se podrá interpretar que irán haciendo hacia adelante”, anticipó.