Francia, en pie de guerra: el infierno yihadista azota Paris

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El viernes 13 de noviembre de 2015 quedará en la historia francesa como una fecha nefasta, en la cual ciento treinta y dos personas fueron asesinadas de manera barbárica por los terroristas que adherían al islam radical. Los mismos pertenecían a la organización conocida como ISIS, que opera militarmente en Siria e Irak y que ahora ha extendido sus operaciones al territorio europeo. Lo que hemos visto es la manera en que esta organización yihadista le ha declarado la guerra a occidente, en la cual se utilizó la lógica terrorista con el fin de provocar, en el seno europeo, un incremento de la islamofobia. Pero, ¿por qué atacar Francia? En enero pasado, ese país ya había sido víctima del atentado a Charlie Hebdo y a un supermercado kosher, que se saldó con la muerte de diecisiete franceses; tomando en consideración ese antecedente, lo sufrido durante el #13N francés era previsible, teniendo en cuenta que Francia es un país cuya historia de laicismo y valores multiculturales y democráticos entran en conflicto con la visión del islam radical (yihadista), que pretende imponerse hegemónicamente sobre su enemigo occidental.

Algunos analistas consideran que si finaliza el conflicto árabe-israelí y el conflicto sirio, el yihadismo perderá su interés en atacar a Europa. En mi opinión, esto es desacertado, ya que esta ideología -que mezcla la religión con la política- sólo busca la supremacía y la expansión al resto del mundo de lo que consideran su interpretación del Corán. La violencia que vemos en Medio Oriente tiene que ver con esto. Como los gobernantes de esos países son apóstatas a los ojos de los extremistas islámicos, ya que no aplican la sharia de la manera que ellos consideran correcta, justifican la violencia y los atentados para imponer una estructura política arcaica -de la época del profeta Mahoma- conocida como “califato”. El esfuerzo de la organización yihadista ISIS en crear un “califato” en el territorio sirio e iraquí, y su intencionalidad de expandir su territorio borrando las fronteras de los Estados/Naciones, nos lleva a concluir en la existencia de una nueva amenaza a la seguridad internacional. Para garantizar esas fronteras, el presidente francés Francois Hollande ha declarado una guerra total al ISIS, que promete generar mayor cantidad de victimas a futuro.

Si el infierno no hubiera llegado a las calles parisinas ¿hubiera reaccionado Europa con tanta firmeza frente a la amenaza terrorista de ISIS? Como mencioné anteriormente, en Irak, Siria, Yemen y el resto de los países de Medio Oriente, sufren ese tipo de terrorismo todas las semanas, pero la izquierda europea hace oídos sordos a la cuestión y mira el accionar de los terroristas como una lucha romántica antiimperialista frente a la influencia de los Estados Unidos, en la cual, por supuesto, Israel es su principal agente; y si ese país se defiende del terrorismo, Europa lo acusa de actuar desproporcionadamente.

Me gustaría ver cómo la Unión Europea reaccionará frente a este nuevo escenario. ¿Tomará conciencia de la grave amenaza que pone en peligro su estilo de vida y los valores occidentales? ¿seguirá avalando la izquierda las acciones terroristas del islamismo radical, que no duda en cometer todo tipo de atrocidades en la población civil?

Europa y el resto del mundo se ven sumidos en un conflicto armado no convencional. La amenaza no es un Estado al cual se ataca militarmente, es un enemigo que se disfraza en la población civil y que recluta individuos para cometer actos de terrorismo, con el objeto de lograr efectos políticos a través de sucesivas masacres; esto significa inducir a la sociedad civil a que presione a sus dirigentes para que modifiquen la política exterior de su país. Por supuesto, en Francia generó el efecto contrario y se puede pronosticar un aumento de la intervención occidental en Siria.

No sólo Francia ha sufrido la barbarie yihadista. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, confirmó que el avión de la compañía Metrojet, en el cual perdieron la vida doscientas veinticuatro personas, fue destruido por una bomba. Si bien la filial egipcia de ISIS reivindicó el atentado, los servicios de inteligencia de Egipto y Rusia demoraron dos semanas en confirmar que se trataba de un ataque terrorista. El día anterior al #13N, El Líbano había sido víctima de un atentado de ISIS en Beirut, que le costó la vida a cuarenta y tres libaneses.

La estrategia terrorista de ISIS se ha expandido y ha adquirido un carácter sistemático. Intimida a quienes considera sus enemigos y busca imponer su propia interpretación de la sharia al resto del mundo.

¿Qué consecuencias traerá esta situación para Europa?

En primer lugar, creo que podremos observar un incremento de la xenofobia y el accionar de los grupos de extrema derecha, que se oponen a la inmigración.

En segundo lugar, esto podría afectar la política migratoria hacia los refugiados sirios, teniendo en cuenta, sobre todo, que al menos dos de los terroristas que llevaron adelante los atentados en París tenían ese origen.

En tercer lugar, creo que la comunidad musulmana francesa -una de las más grandes del continente- se verá afectada social y políticamente, por el miedo y la desconfianza que dejan los atentados en la Ciudad Luz; en este marco, el aumento de la xenofobia influirá en el trato que recibirán quienes pertenezcan a esa comunidad.

Por último, la lucha contra el terrorismo le planteará al mundo el dilema ético de hasta qué punto se le debe otorgar poder a las fuerzas de seguridad, sin que afecte o vulnere los derechos humanos de las personas.

Desde los recientes atentados en París, Europa se ve obligada a abrir los ojos ante una verdadera amenaza a su estilo de vida y su cultura. Las acciones políticas y militares que se tomen a partir de ahora, determinarán el grado en que el infierno Yihadista vuelva a atacar a Occidente o deje de hacerlo.

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