Hillary-Donald: dos candidatos a descartar

Cerrados los comicios en Estados Unidos, hubo sorpresas al por mayor, pocos eran los que esperábamos un triunfo del magnate Republicano Donald Trump, pero finalmente superó los 270 electores que necesitaba para consagrarse en el 45° presidente de los Estados Unidos.

Este arrogante, misógino, racista y excluyente personaje está en condiciones de llevar adelante sus propuestas de campaña o demostrar que lo suyo fue una exageración marketinera y nada o poco de eso llevará adelante, todo está por verse.

La candidata derrotada fue mucho màs prudente y como lo demostró en los debates esperó los derrapes del verborrágico Trump para hacer valer sin mucho esfuerzo sus propuestas.

Pero quién es en verdad la derrotada Hillary Clinton?, fue la Heidi en esta historia?, yo me atrevería a decir que estuvo lejos de serlo, apoyada por los grandes medios estadounidenses y los mercados aliados es bueno recordar que además de primera dama fue cinco años senadora por el partido Demócrata y cuatro Secretaria de Estado del actual presidente Obama, en su dilatada carrera política quisiera recordar cierta trayectoria de la señora Hillary Clinton.

Fue siendo senadora la que votó la invasión a Irak en el año 2003 con las consecuencias que aùn hoy persisten, dio charlas para los banqueros americanos cobrando miles y miles de dólares, apoyó los tratados de libre comercio, apoyó la desregulación de Wall Street, incidió en los bombardeos a Libia, impulsó a grupos radicales contra Siria, preside junto a su marido la fundación Clinton que recauda millones de dólares y que además esta fundación es acusada de recibir dinero de países del Oriente Medio que justamente financian al grupo terrorista Estado Islàmico.

Como se ve, ambos candidatos no son de lo mejor que se han presentado a los votantes americanos, el presente de uno, hoy ungido presidente y la historia de la otra dejaba entrever que cualquiera hubiera sido el ganador, nada bueno podría esperarse al menos para aquellos países emergentes que como Argentina dependemos de políticas y decisiones de los màs desarrollados.