Jair Bolsonaro está rodeado de problemas políticos en medio de la pandemia
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, hizo oficial este viernes el cese del director general de la Policía Federal, Maurício Leite Valeixo, en un aparente pulso con el ministro de Justicia, Sergio Moro, que habría amenazado incluso con dimitir. El ex juez del Lava Jato dará una conferencia de prensa a las 11:00 local (15:00 GMT).
En el decreto, publicado en el Diario Oficial de la Unión este viernes, aparece la firma electrónica de ambos. Sin embargo, el diario Folha publicó que el ministro no firmó formalmente la medida ni fue notificado oficialmente por Planalto. En el texto, no se nombra al nuevo jefe de la Policía, aunque el presidente intentaría ahora incorporar a una persona más afín.
Jair Bolsonaro comunicó al ministro de Justicia la salida durante una reunión que ambos mantuvieron el jueves y en la que, según varios medios brasileños, Moro mostró su malestar, incluso hasta el punto de presentar la dimisión.
El presidente ya señaló en 2019 que cambiaría a la cúpula de la Policía Federal en un intento por tener un mayor control sobre el cuerpo del Estado. La cúpula policial se resistió a un cambio en la jefatura de Río de Janeiro que el mandatario proclamó públicamente.
Entonces, Jair Bolsonaro ya dejó claro que Valeixo era su “subordinado”, “no el del ministro” Moro, que aparcó la carrera judicial para incorporarse al gabinete del mandatario y ahora es una de sus figuras más populares, según G1.
Moro ha respaldado en varias ocasiones al ya ex ministro de Sanidad Luiz Henrique Mandetta, que dejó el Gabinete tras diversos encontronazos con el presidente por sus diferencias sobre las medidas a tomar para frenar la expansión del coronavirus.
Maurício Valeixo es un hombre de confianza del ex juez, quien elevó de manera significativa su perfil público al ponerse al frente de la mayor causa de corrupción de Brasil, conocida como Operación Lava Jato. Sin embargo, desde el año pasado Jair Bolsonaro ha estado amenazando con cambiar el mando de la Policía Federal porque quiere tener un mayor control sobre sus acciones.
Sergio Moro dejó su exitosa carrera de juez federal al aceptar la invitación de Jair Bolsonaro a ser su ministro de Justicia con la promesa de que tendría plena autonomía. Sin embargo, desde que asumió en el cargo, ha tenido varios golpes y crisis de poder.
Durante la administración de Moro, la Policía Federal ha experimentado un clima de inestabilidad desde que el año pasado Jair Bolsonaro anunció un cambio en el mando de la superintendencia de la agencia en Río de Janeiro y amenazó con cambiar al director general. En medio de la controversia, el presidente incluso citó a un delegado que asumiría el liderazgo de Río, pero fue rechazado por la Policía Federal, que dio a conocer otro nombre, el de Carlos Henrique de Oliveira, del círculo de confianza de la actual dirección. Después de meses de turbulencia, el delegado asumió el cargo de superintendente en diciembre.
La cúpula de la Policía Federal ya está en alerta sobre las intenciones del presidente Jair Bolsonaro y el diario O Globo reportó que el Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Anderson Torres, y el director general de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), Alexandre Ramagem, ambos listados para reemplazar a Valeixo, tuvieron conversaciones con Jair Bolsonaro en las últimas semanas.
Además de las muertes por coronavirus, Jair Bolsonaro enfrenta muertes por casos no identificados
De acuerdo con información proporcionada por el Ministerio de Salud de Brasil, hasta el pasado lunes el país registraba, además de sus más de 3.300 decesos atribuídos al coronavirus, 2.771 otras muertes provocadas por enfermedades respiratorias que fueron calificadas como “no identificadas”.
De acuerdo con expertos citados por el diario O Globo, es posible que estas muertes también hayan sido provocadas por el coronavirus, aunque no fueron registradas como tales, debido a problemas en las pruebas o falsos negativos.
Oficialmente, los muertos provocados por el COVID-19 hasta la tarde del jueves (hora local) 3.313.
Las muertes en el país liderado por Jair Bolsonaro se clasifican como no identificadas cuando, después de realizar pruebas de laboratorio para detectar el nuevo coronavirus, el resultado es negativo, explicó O Globo.
Según el Ministerio de Salud, se incluyen en esta categoría los casos en los que las pruebas no se procesan debido a una mala calidad o cuando hay un retraso en el envío de una muestra, por ejemplo.
Sin embargo, este número de virus respiratorios no identificados no es exclusivo de este año: la base de datos del ministerio muestra que esto también sucedió en años anteriores.
Lo que sí llama la atención en 2020 es el volumen de personas que terminaron en el hospital debido a problemas respiratorios. Desde enero hasta el 20 de abril, hubo 55.980 hospitalizaciones por problemas respiratorios, contra 12.019 durante el mismo período del año pasado, lo que representa un aumento del 366%.
De estas hospitalizaciones, después de las pruebas, 15.752 fueron clasificadas como “no identificadas” y 8.318 fueron confirmadas para el nuevo coronavirus.
Según el infectólogo Evaldo Stanislau -quien fue consultado por la misma fuente- una buena parte de los 15 mil casos de hospitalizaciones “no identificados” pueden haber sido causadas por Covid-19. Sin embargo, debido a problemas en las pruebas, estos han sido excluidos de las estadísticas oficiales.
“Es evidente que el aumento en el año en curso está directamente asociado con el Covid-19”, añadió el experto.
Un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) también apunta a un aumento significativo en las hospitalizaciones causadas por complicaciones típicas de las enfermedades respiratorias. Los datos, según los especialistas, también refuerzan la hipótesis del subregistro de casos de Covid-19.
Hasta el jueves, el número de personas diagnosticadas con el nuevo coronavirus en el país de Jair Bolsonaro aumentó a 49.492 y el número total de muertes llegó a 3.313, según los datos divulgados por el Ministerio de Salud el jueves por la tarde.
Según el balance del ministerio, se registraron otras 407 nuevas muertes en las últimas 24 horas, un récord desde el inicio de la pandemia. La cantidad de casos positivos, en tanto, se elevó en 3.735. Este último reporte de muertes es casi el doble que el récord registrado el 17 de abril, cuando fallecieron 217 personas por coronavirus. Desde entonces el número se había mantenido estable o habían descendido, hasta hoy.
El fuerte crecimiento se explica en parte por el rápido avance de la pandemia en Brasil, un país en el que los estados han adoptado diferentes estrategias para controlar al virus, sólo en algunos casos la cuarentena obligatoria, y en donde el mismo presidente, Jair Bolsonaro, aboga activamente por abrir la economía y evitar fuertes restricciones.
En San Pablo, el estado más afectado por la pandemia, las autoridades previnieron a la población que se preparen para la etapa más dura. El prefecto del estado, Bruno Covas, dijo que la fuerza que lidera abrirá 13.000 nuevas tumbas en cementerios para sepultar a las víctimas de la enfermedad durante las próximas semanas.