La AFI eliminará el uso de “detectores de mentiras” con el personal

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ristina Caamaño es Presidente de Justicia Legítima

Cristina Caamaño

Se llaman Polígrafos pero en el lenguaje popular se los conoce como «detectores de mentiras». Parecen habitar solo la fantasía callejera o el cine pero no: los empleados de la Agencia Federal de Inteligencia, la AFI, la ex SIDE, los vieron a diario.

En los últimos dos años, según datos de fuentes del organismo, se registraron 2500 sesiones con esos artefactos a los más de 1400 empleados que trabajan en la agencia.

Hubo, de acuerdo a testimonios recogidos por funcionarios de la intervención a cargo de la ex fiscal Cristina Caamaño, sesiones que duraron hasta 5 horas e interrogatorios referidos a la vida sexual, en general con mujeres, u hostigamiento para que relaten situaciones personales como un abuso sufrido durante la infancia.

Ese procedimiento fue prohibido por Caamaño, que fue designada como interventora de la AFI por Alberto Fernàndez, a través de un DNU. «Era violatorio de los Derechos Humanos porque no permitía defenderse» explicaron desde la agencia.

Caamaño entró en funciones el sábado 21 de diciembre, al día siguiente del decreto de designación firmado por el presidente. Comenzó lo que a su lado llaman «proceso de normalización» de la AFI. Pidió, por caso, informes sobre la cantidad de personal y las tareas de cada uno.

Sus colaboradores encontraron casos curiosos: como una designación, en el mes de noviembre, por un salario de casi medio millón de pesos.

El lunes pasado, Caamaño anunció que donará el salario como interventora de la AFI -de unos 288 mil pesos mensuales- al Plan Nacional contra el Hambre. Ese mismo día se enteró que la ANSES le había otorgado la jubilación como ex fiscal, prevista en la ley 24.018.

En un repaso de actividades se enteró de las sesiones con polígrafos que se hacían a trabajadores. El staff de interventores supieron que la AFI cuenta con cinco equipos LX 5000 provistos por la empresa Lafayette Instrument, que fue la encargada de entrenar a los operadores de los artefactos.

Caamaño solicitó explicaciones por la realización de las sesiones y se informó que eran para «prevenir filtraciones de información sensible y resolver casos concretos de faltantes de objetos tanto personales como pertenecientes a la Agencia».

Se señaló además que eran «sesiones voluntarias» aunque de acuerdo a testimonios del personal, «el que no lo hacía tenia problemas».

Además de esa «coacción», una de las personas encargadas de las sesiones aseguró «que una de las formas de establecer las preguntas testigo era consultando sobre cuestiones personales, como por ejemplo los nombres de los hijos o “si engañaban a la mujer” o si tienen “asuntos ocultos”.

Desde la intervención se cuestionó el procedimiento por considerarlo un ​»método para maltratar y hostigar» al personal.

Una vez que Caamaño comunicó, a través de un memo interno, la prohibición del uso de los polígrafos «comenzaron a llegar las historias sobre las sesiones». Casos de empleados que pasaron 3 o 4 veces por el «detector de mentiras».

Cada dispositivo registra en tiempo real las frecuencias respiratoria y cardíaca, la presión sanguínea, la saturación de oxígeno en sangre y los movimientos en la silla. La información es registrada por el polígrafo y se puede observar en la pantalla de la laptop.

Según las especificaciones técnicas, el equipo «registra, almacena y analiza los cambios fisiológicos durante un examen de polígrafo». «El sistema LX5000 combina el procedimiento de polígrafo convencional con tecnología sofisticada de última generación», se indica.

Además de los cinco equipos de Lafayette -algunos sin uso, todavía en su embalaje original (ver foto)-, la intervención sacó de circulación otros aparatos más viejos, equipos si se quiere vintage y llamativos.

En la AFI dijeron no tener precisiones, aun, sobre el costo de un polígrafo como el LX5000.

Cómo es un «detector de mentiras»

El equipo registra, almacena y analiza los cambios fisiológicos durante un examen de polígrafo- ​

  • Tiene un medidor de presión
  • Un broche -que oprime un dedo- para medir la saturación de oxigeno en sangre.
  • Resortes que se colocan a la altura de pecho para medir la frecuencia respiratoria.
  • Una almohadilla como sensor de movimiento.
  • Una laptop que procesa y donde se ve el proceso.
  • El artefacto que registra toda la información y la vuelca en la pantalla.

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