La Corte Suprema intervino en la denuncia de Alberto Nisman

La Corte Suprema de Justicia de la Nación intervino por primera vez en la causa por la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidente Cristina Kirchner y, por unanimidad, rechazó un planteo de la defensa del ex canciller Héctor Timerman, uno de los imputados en el expediente.

Los jueces Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco y Ricardo Lorenzetti, integrantes de la Corte Suprema no hicieron lugar al planteo porque «no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable a tal».

El fallo fue firmado el jueves pasado pero se conoció hoy, un día después de las elecciones primarias en todo el país y que se presentan disputadas en la provincia de Buenos Aires, en donde los precandidatos al Senado Esteban Bullrich y Cristina Kirchner mantienen un empate técnico.

La defensa de Timerman recusó a los jueces de la Cámara de Casación Federal Mariano Borinsky y Gustavo Hornos. Se trata de los magistrados que junto con Ana María Figueroa ordenaron en diciembre del año pasado investigar la denuncia de Nisman luego que en dos instancias se dispuso su archivo.

El planteo de Timerman es el primero que llega a la Corte Suprema sobre la denuncia de Nisman.

El fiscal denunció en enero de 2015 a Cristina Kirchner, a Timerman y a otros allegados y funcionarios del gobierno como presuntos encubridores de los acusados del atentado a la AMIA por la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Cinco días después de la denuncia, Nisman fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento de Puerto Madero.

La Corte Suprema habló, pero, ¿cómo habría muerto Nisman?

Pudo haber sido la masonería; o un falso repartidor de comidas; o el número cuatro. Esas son algunas de las hipótesis sobre cómo murió el fiscal Alberto Nisman que recibió la Justicia en cartas y escritos.

Todo caso judicial con repercusión pública tiene videntes o brujos que dicen saber qué pasó o tarotistas a quienes los astros les develaron detalles desconocidos para el resto de los mortales. La muerte de Nisman no fue la excepción.

La fiscal de instrucción Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini recibieron desde el inicio de la investigación cartas y escritos sobre qué había pasado con Nisman, quien fue encontrado muerto la noche del 18 de enero de 2015 con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento en Puerto Madero después de denunciar a la entonces presidente Cristina Kirchner.

«El fiscal Alberto Nisman fue asesinado y la orden fue de la masonería argentina», encabeza en letras negras el escrito de 18 páginas que el 19 de febrero de 2015 presentó el abogado Alberto Paglilla.

La teoría es que la masonería ordenó matar a Nisman para vengarse del espía Antonio Stiuso por el trabajo que hicieron juntos en la investigación del atentado a la AMIA y en la causa de las escuchas judiciales. En esos casos, fueron perjudicados importantes masones -dice el escrito-  como el presidente Mauricio Macri, el ex juez Juan José Galeano y el ex titular de la DAIA Rubén Beraja: «La masonería decidió la muerte de Nisman, y el ´movil´ criminal es destruir a Stiuso y a quienes contribuyeron con él en esas causas«.

¿Quién mató a Nisman según esta teoría? El técnico informático Diego Lagomarsino, quien dijo haberle dado al fiscal el arma con la que murió. «La masonería capacitó a Lagomarsino para el homicidio y ayudó a cometerlo. El móvil del homicidio de Nisman fue destruir al espía Antonio Stiuso«, explicó el abogado.

El crimen se pudo cometer -siempre según esta carta- porque todos los que intervinieron son masones: Lagomarsino, uno de los custodios de Nisman, los dueños de la empresa de seguridad de Le Parc, los guardias, los peritos forenses oficiales de la Corte Suprema y los de la querella; los fiscales que promovieron la marcha a un mes de la muerte del fiscal y los dueños del bar donde trabajaba la testigo Natalia Fernández.

«Señora juez y señora fiscal, fue la masonería, no tengan dudas. Y aquella de ustedes que sea de la masonería, proceda a excusarse ya mismo», le advirtió el abogado a Fein y Palmaghini.

Este abogado fue más allá y se develó otras muertes relevantes de la historia argentina y mundial. A Leandro Alem, Lisando de la Torre, Adolfo Alsina y al ex presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy los mató la masonería. También profanaron el cadáver de Juan Domingo Perón y envenenaron a Mariano Moreno porque el capitán y el barco en el que viajaba el 4 de marzo de 1811 era de Inglaterra, donde nació la masonería.

«Si me pasa algo, fue la masonería», completó este abogado.

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