Las energías alternativas son el futuro
El sol y el viento son fuentes inagotables. El aprovechamiento de estos, transformando su movimiento en energía eléctrica representa un avance fundamental para la sociedad global. Un gran número de países comenzaron a utilizar estas fuentes para, de a poco, ir reemplazando las fuentes tradicionales, como carbón, gas, petróleo, así como también las energías hidroeléctricas y atómicas.
En el país, menos del 5% de la matriz energética se basa en fuentes renovables. De acuerdo a una modificación aprobada en el año 2015 a la Ley 26.190 -régimen de fomento para el uso de fuentes renovables de energía destinada a la producción de energía eléctrica-, para el año 2017, las energías renovables deben representar, como mínimo, el 8% del total de la generación energética, y para el 2020, se debe llegar al 20%. El primer paso es positivo, aunque pareciera ser que por las condiciones geográficas y climáticas del país, es bastante pobre.
El 84% de la generación eléctrica de Argentina se obtiene quemando combustibles fósiles. El resto lo completa la energía nuclear y la hidroeléctrica. La energía eólica hoy lidera la generación eléctrica renovable: Genneia tiene en Rawson, Chubut, el parque más grande: con 77,4 MW instalados, genera electricidad para 100.000 hogares. Cuenta con 43 aerogeneradores Vestas, de 1,8 MW de potencia cada uno. Le sigue en importancia el parque Arauco, en La Rioja, donde actualmente se encuentran emplazados y en funcionamiento de generación 3 etapas que constan de 24 aerogeneradores que inyectan al interconectado 50 megas; luego está Loma Blanca, también en Chubut, y otros emprendimientos más pequeños.
La energía solar, mejor denominada fotovoltaica, es una tecnología que está en desarrollo. Los parques más grandes se encuentran en San Juan y San Luis. El parque solar fotovoltaico Cañada Honda, de la provincia de San Juan, genera más de 7 MW de potencia, abasteciendo a casi 5.000 hogares. Este parque busca alcanzar los 20 MW de potencia. Por otro lado, en San Luis, con una potencia de 1 MW, el Parque Solar Fotovoltaico cuenta con 4080 paneles fotovoltaicos de 250 watts, constituidos cada uno por 60 celdas de silicio policristalino. Este parque sirve para abastecer el consumo del sector público.
Va a ser un desafío la implementación de un mercado de energías renovables en el país porque, prácticamente, es empezar casi de cero, y un desafío también para la industria renovable y los grandes consumidores de energía en general. Las energías alternativas no sólo demandan grandes inversiones materiales, sino también de personal, ya que los parques necesitan constantes mantenimientos, vigilancia, entre algunas cuestiones, pero el rendimiento es bajo, en comparación con las energías convencionales.
Como Uruguay se convirtió en el mayor generador de energía eólica del globo
En una década, Uruguay ha logrado convertirse en el segundo país con mayor proporción de electricidad generada a partir de energía eólica en términos relativos a nivel mundial. Con ello el país ha reducido su vulnerabilidad al cambio climático y a las crecientes sequías que afectan las represas hidroeléctricas y depende cada vez menos de las importaciones de hidrocarburos. En 2005 no había energía eólica en Uruguay. Al 2015 ya había una capacidad instalada de más de 580 MW. Para 2017, el país aspira a un 38% de electricidad generada a partir del viento, con lo que se colocara próximo al líder mundial Dinamarca, con un 42%. En la actualidad, nuestro país vecino cuenta con 19 parques eólicos a lo largo del territorio y a partir del año que viene, espera aumentar un 50% esa cantidad. El plan energético 2005-2030 fue además aprobado, como política de Estado, por todos los partidos políticos con representación parlamentaria. La planificación energética a 25 años aporta un marco de estabilidad para inversores y atrajo empresas privadas internacionales. Además, favoreció a la industria nacional por la construcción de grandes torres de hormigón para soportar los aerogeneradores. Un mínimo de 20% de los parques deben contener producción nacional y la idea es que el fomento de este tipo de proyectos impulse a la industria local.
La multiplicidad energética ha permitido a Uruguay satisfacer más del 90% de su electricidad a partir de energías renovables, incluyendo energía eólica, hidroeléctrica, biomasa y paneles solares.
Las ventajas de las energías alternativas
El abastecimiento mediante energías alternativas y renovables permite acortar la dependencia económica de los países petroleros y reducir las importaciones de hidrocarburos en una gran cuantía. Pero no todo es económico. Las energías renovables son limpias y seguras, no contaminantes y generan mano de obra mayor que la industria petrolera. El desgaste de las instalaciones es mínimo, a un ritmo inferior al 1% anual. Si bien las inversiones son enormes, el ahorro futuro es elevado. El vasto territorio de nuestro país podría ser aprovechado en gran cantidad y convertir la producción petrolera en eólica y solar. Por ejemplo, las empresas automotrices están buscando el auto completamente eléctrico y en algunos casos solar. Argentina debe encarar el proceso siendo uno de los líderes regionales en generación de energías renovables, con terminales de carga eléctrica a lo largo del país, acompañando en el futuro, los desarrollos tecnológicos limpios.