Las FARC y Colombia, una guerra que parece eterna
El presidente colombiano Juan Manuel Santos y el líder de la guerrilla de las FARC, Timochenko, sellaron un acuerdo de paz después de medio siglo de millones de víctimas entre los asesinados, secuestrados y afectados por el conflicto que tanto ha tardado en finalizar.
El Acuerdo de Paz fue firmado en la ciudad colombiana de Cartagena, al que asistieron múltiples representantes y figuras políticas a nivel internacional, entre ellos el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, quien afirmó que Colombia se convierte ahora en “el centro de la paz”, en el continente latinoamericano, y el presidente de Venezuela Nicolás Maduro
La firma de la paz ha provocado sin embargo que en el país se conformen dos bandos, los que están a favor de poner fin al conflicto y por otro lado, aquellos que aseguran que el gobierno ha cedido más de la cuenta ante los rebeldes a costa de que dejen las armas.
Ayer dos de octubre tuvo lugar el plebiscito para que los ciudadanos colombianos decidan en las urnas a favor o en contra del Acuerdo de Paz con las FARC. Para que éste pueda ser refrendado se necesitaba que 4,5 millones de los habitantes del país acudan a votar. Como la postura mayoritaria fue el NO, las negociaciones entre el gobierno y los rebeldes se frenaron y los guerrilleros volverían a la selva.
Cabe recordar que la firma del Acuerdo junto con la refrendación podrían convertir a las FARC en un partido político, algo que ha suscitado una gran polémica y muchas críticas por parte de los detractores de que se sellen las negociaciones.
Cuatro puntos para entender qué pasa ahora con el proceso de paz y las FARC
El acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue rechazado por una diferencia menor al 0,5 puntos porcentuales, lo que pone en la incertidumbre política y legal al proceso de paz adelantado por el presidente Juan Manuel Santos.
1. El cese el fuego sigue
Con el 99,98% de los votos escrutados, 50,21% de los colombianos dijeron que «No» y 49,78% dijeron que «Sí».
Santos reconoció la noche del domingo la derrota del «Sí» en las urnas «por un estrechísimo margen».
«El cese al fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo, sigue vigente y seguirá vigente», dijo en su primer mensaje a los colombianos tras el referendum.
«No me rendiré, seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato porque ese es el camino para dejarle un mejor país para nuestros hijos».
Por su parte, el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, aseguró que la guerrilla mantendrá la puerta abierta al diálogo.
«Las FARC mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro», dijo Timochenko en una declaración desde La Habana, sede de las negociaciones de la guerrilla con el gobierno colombiano.
«Al pueblo colombiano que sueña con la paz, que cuente con nosotros. ¡La paz triunfará!», exclamó.
2. Negociación con el «No»
«A los jóvenes colombianos les digo esto: la paz es ilusionante, los textos de La Habana decepcionantes», dijo el expresidente Álvaro Uribe, el abanderado de la campaña del «No» en el referéndum
Entre los principales puntos para el voto en contra está el indulto a guerrilleros que cometieron crímenes de guerra, así como la apertura a los líderes guerrilleros a postularse a cargos públicos.
Ahora la negociación de cuatro años del gobierno de Santos con las FARC, que concluyó con la firma del acuerdo de paz el 26 de septiembre pasado, tendrá que extenderse.
«Mañana mismo convocaré a todas las fuerzas, y en particular a las que se manifestaron hoy por el ‘No’ para escucharlas, para abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir», dijo Santos este domingo.
3. El plebiscito era político
Desde que fue aprobado el plebiscito por la Corte Constitucional colombiana, en julio, los magistrados dejaron en claro que el resultado solo es vinculante para el jefe de Estado.
Se trataba pues de una vía política más que jurídica para darle legitimidad al acuerdo con las FARC.
«No implica por sí misma una incorporación de lo acordado en el articulado de la Constitución ni del ordenamiento jurídico colombiano», dijo María Victoria Calle, la presidenta de la Corte Constitucional.
4. La incertidumbre
Santos enfrenta uno de los momentos más difíciles de la historia reciente de Colombia.
Para Andrei Gómez, profesor de la Universidad de los Andes y miembro de la organización civil Rodeemos el Diálogo, puede empezar a generarse una fragmentación de la guerrilla.
Los líderes pueden estar intentando proteger los acuerdos, pero las células locales podrían recibir el rechazo del pueblo colombiano como una señal para reactivar la violencia.