Macri busca que Gómez Centurión no pase las PASO
Juntos por el Cambio quiere evitar cualquier redireccionamiento de votos que complique la reelección del Presidente y uno de los segmentos en los que está puesta la mira es el «voto militar», al que el Presidente buscó reconquistar con su visita a la cena anual de las Fuerzas Armadas.
En la Casa Rosada están preocupados por la posibilidad de una fuga de votos hacia la candidatura de Juan José Gómez Centurión y el objetivo es evitar que el ex titular de la Aduana logré superar en las PASO del 11 de agosto el piso del 1,5 por ciento que le permitiría competir en octubre.
Actualmente, las encuestas dan alrededor de un punto de intención de voto al ex carapintada, aunque en el Gobierno temen que haya un votante oculto que lo termine empujando por encima del 1,5 por ciento. Gómez Centurión también le resta «voto celeste» a Macri, con un discurso anti aborto mucho más contundente.
En un escenario de absoluta paridad con el kirchnerismo, que Gómez Centurión llegue a octubre es un peligro para el oficialismo, aún cuando sus expectativas sea llegar a dos o tres puntos, porque todos los votos que atrae son potenciales votantes de Macri y nunca de Alberto Fernández. «Si Gómez Centurión queda fuera de la primera vuelta puede significar un punto más para Macri, no es nada desdeñable en la situación de paridad actual», explicó a LPO el analista político Rosendo Fraga, que acaba de realizar un exhaustivo análisis sobre el comportamiento del voto militar.
Si bien las FFAA tienen 80 mil efectivos activos, algunos analistas creen que el «voto militar» llega a un millón de personas, contando a familiares, allegados y ex militares. Si bien el sector tuvo en otras elecciones candidatos puros, nunca tuvo un representante tan claramente definido y con gran reconocimiento dentro de las fuerzas como Gómez Centurión. De allí el temor del macrismo.
«Una de las cosas más importantes que logramos tiene que ver con la normalización de la imagen de las Fuerzas Armadas en la vida democrática del país», destacó Macri este martes durante la cena de camaradería con los jefes de las FFAA. «Esto es una clara muestra de que pusimos en valor a las Fuerzas Armadas como una institución central del Estado», insistió.
Desde hace varias semanas el oficialismo comenzó a trabajar en la seducción del voto militar, que los analistas coinciden en que como otros se terminó desencantando con Macri. «El Gobierno ha visto que hay un voto que tuvo en las dos elecciones anteriores y que en parte está decepcionado. Uno es el voto militar y otro es el voto celeste. En ambos casos el Gobierno está contemplando acciones para recuperar ese voto», explicó el analista Rosendo Fraga.
«Es un voto que fue en las elecciones de 2015 y 2017 muy marcadamente a favor del gobierno, pero que como otros sectores entró en una situación de decepción. Ahí hay un elemento analítico que es el voto de la Antártida que te da como un testeo de ese voto. En la elección de gobernador de Tierra del Fuego ese voto ha mermado para el Gobierno», agregó Fraga en radio Mitre.
Una medida que apunta a ese sector fue el lanzamiento del servicio cívico para jóvenes, pero más significativa fue la realización del desfile del 9 de Julio, que en 2018 se había suspendido por falta de fondos y por el malestar de los militares con el Gobierno por los magros aumentos salariales. Macri y toda la primera línea del Gobierno estuvieron en el desfile.
En junio, el Ministerio de Defensa había anunciado una suba salarial del 8 por ciento (que se sumó al 10 por ciento de enero) y la incorporación de rubros no remunerativos al salario formal. De todos modos, en el sector permanece la bronca por el retraso de los sueldos respecto a las fuerzas de seguridad. Macri evitó el tema en su discurso del martes por la noche.
Otro hecho que no pasó desapercibido en los últimos días fue una declaración de Claudio Avruj, que adelantó que el oficialismo está trabajando en un proyecto para dar un resarcimiento económico a los familiares de miembros de las FFAA «víctimas de la guerrilla» en los 70. Las palabras del secretario de Derechos Humanos responden a un viejo reclamo del «voto militar».
Los gestos del oficialismo responden a un intento por calmar el malestar del sector que se extiende también a temas como el manejo de la obra social de las FFAA, que el Gobierno intervino meses atrás, y a la venta de inmuebles principalmente del Ejército.