Marcos Galperin y Elon Musk

Empresario Marcos Galperin

Recientemente conocimos la noticia de que el unicornio argentino Mercado Libre surfea la ola cripto; según surge de su último balance presentado en la Bolsa de Nueva York. El gigante fundado por Marcos Galperin ya había dado pistas sobre su intención de ingresar al mundo cripto, dado que venia observando con atención los últimos movimientos del mercado; y ahora oficializó su deseo al incorporar el equivalente de USD 7,8 millones en Bitcoin como parte de su «estrategia de tesorería«.

Según manifiesta el mismo Galperin, es una apuesta moderada, ya que Mercado Libre maneja más de 4.000 millones en activos, con lo cual su posicionamiento en una inversión de riesgo (o sea, de importante ganancia potencial pero también posiblemente perdedora) sigue siendo conservadora.

Esta noticia se oficializó el 5 de marzo, cuando la empresa que cotiza en Wall Street informó sus resultados del primer trimestre del año. Además de esto, la empresa ya había incorporado una sección «100% cripto» dedicada a la compraventa de departamentos, casas y terrenos en la Ciudad de Buenos Aires, el GBA, Santa Fe, Córdoba e incluso Uruguay, que ya incluye la oferta de 75 propiedades de 7 inmobiliarias que aceptan Bitcoin como medio de pago.

De esta forma la empresa ingresa a una muy selecta lista de grandes firmas que se sumaron a la euforia por las criptomonedas.

La más destacada de ese grupo es sin dudas Tesla, la empresa de autos eléctricos propiedad del pintoresco empresario Elon Musk, que este año supo anunciar la compra de USD de 1.500 millones en Bitcoin como «reserva de valor alternativo«. Y entonces uno se pregunta: ¿Esto nos marca que llegó la hora de pensar tanto en Bitcoin como cualquier otra criptomoneda, como una alternativa de reserva distinto a los tradicionales como el oro y el dólar? Finalmente y muy a pesar de los Bancos Centrales y financieras, que durante años se negaron a mirarlo de este modo, gran parte de estos inversores ya comienzan a desdecirlos y a tomar sus propias decisiones.

Lejos de la parafernalia de cohetes a Marte, monos que juegan con chips implantados en sus cabezas o el eterno jugueteo de tweets que hacen subir y bajar los mercados, auto atribuirse cargos exóticos o incluso coquetear con otra criptomoneda proclamándose a sí mismo «Dogefather» haciendo referencia a Dogecoin y jugando con la película «The Grandfather«, del otro lado del ring aparecen en escena otros jugadores. Galperin no es el único que decidió que era el momento de entrar a jugar y hacerlo de manera más introvertida y con menos show mediático que el amigo Elon.

Microstrategy también anunció la compra de unos USD 15 millones, mientras que Square (propiedad del fundador de Twitter Jack Dorsey) anunció que tomó USD 50 millones en posiciones en la criptomoneda más conocida. También el fondo Ikigay Asset Management y Grayscale se sumaron recientemente a la fiebre cripto.

Y es que con un dólar que viene retrocediendo; luego de que los datos económicos estadounidenses muestren señales de una economía débil, para muchos, llegó el momento de explorar otro horizontes… al menos financieros. Más allá de los sueño de explorar horizontes ajenos a estas tierras como Elon Musk y colonizarlos. De hecho, según datos de Reuters, por estos días el índice dólar que mide su desempeño frente a una canasta de seis monedas, se ubicaba en 91,319 unidades tras subir más temprano hasta 91,436 siendo su nivel más alto en abril. Incluso, ya se ha registrado más del 13% de depreciación del dólar con respecto a otras divisas. El bitcoin en paralelo, inició una carrera alcista que aún no termina, a pesar de las últimas subidas y bajadas que viene aún transitando. Los usuarios (y no usuarios) se están dando cuenta del efecto inflacionario que genera la emisión indiscriminada de dólares, por eso iniciaron la búsqueda de otro activo que no dependa de una entidad que determine su valor, sino del mismo mercado, de allí que la capitalización del mercado de bitcoin pasó de ser de USD 140,903,867 (abril 2020) a USD 1,007,389,534,360 (abril 2021), según datos extraídos de CoinMarketCap. Esto no hace otra cosa que demostrar que el dólar no sólo pierde fuerza ya contra otras divisas que poseen su misma característica de ser un buen fungible, sino que además muestra los efectos inflacionarios provocados por la implementación de las políticas monetarias de Estados Unidos que no han hecho otra cosa que depreciar su moneda.

Vamos a ponerlo en ejemplos concretos: El portal La República de Colombia el pasado 19 de abril publicó un gráfico de la oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, que representa como ha venido estrepitosamente derrumbándose el dólar en lo que va del siglo. Para entender el efecto de la devaluación en ese país, se relaciona lo que se podía comprar con un dólar en cada momento, pasando de la compra de productos desde 1913 a este año. En aquella época, con una unidad de dólar, podías comprar 10 barras de chocolates Hershey’s y en la actualidad, lo único que puedes comprar con esa misma cantidad es un café de Mc Donald’s. Según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, la inflación promedio desde 1960 a 2019 se estima en 468%, es decir, que para 1960 un producto que costaba $100, ahora debe erogar $568 dólares.

Moraleja: El portal usdsat.com nos muestra como en el devenir del tiempo, el dólar se ha depreciado con respecto al bitcoin. Hablando de datos en concreto según esta fuente, para el 21 de abril de 2020 con USD 1 podías comprar 14,574 Satoshi y para la misma fecha de este año, sólo puedes adquirir 1,933 Satoshi lo que representa una depreciación aproximada del 83%.

Otro tanto sucede cuando enfrentamos al oro contra bitcoin: Las tenencias totales en fondos cotizados en bolsa (ETF) de oro están cayendo al nivel más bajo visto desde julio de 2020. Es decir, después de alcanzar un pico en noviembre, el metal precioso nuestra signos de debilidad a principios de año. Bitcoin, por su parte, ya ha acumulado una apreciación de alrededor del 70% en 2021. Además, en febrero el valor de bitcoin alcanzó por primera vez 1 billón de dólares.

Y éste hecho es claramente percibido por grandes inversores, sea alguien extrovertido como Elon Musk o del otro lado del mundo un hombre apacible pero con buenos ojos para los números como Marcos Galperin. Nadie se hace rico sin «olfato» para los negocios o sin saber leer las señales de mercado y aún incluso los cambios de época, que vienen acelerados por la pandemia. Es claro que estamos ante una bisagra en el mundo corporativo y financiero a nivel mundial. Y que estos empresarios buscan rentabilidad, pero también al diversificar su cartera de riesgos, lo hacen como herramienta de negocio e incluso debiera ser un espejo en donde mirarnos y aprender.

Pero además de continuar con la adquisición de bitcoins o cualquier otra criptomoneda, podríamos incluso pensar en que dichas empresas creen su propia criptomoneda, que a diferencia del 99% del criptomundo, se apoyarían en negocios fundamentales, para integrarlas en sus ecosistemas, mientras que las criptomonedas actuales, en particular aquellas del top 10 se podrían utilizar para diversificar portfolios de inversión, como es el caso de Tesla.

En concreto, no sabemos a ciencia cierta hoy hasta dónde llegaran Galperin o Musk o incluso el resto de las empresas a la hora de invertir en bitcoin, o si incluso se convertirán en «ballenas» (billeteras que movilizan altas cantidades de criptomonedas, en general suelen denominarse de esta manera a aquellos inversores con un mínimo de 1.000. bitcoins), lo que sí es seguro a esta altura, es que estamos ante una tendencia que marca una nueva forma de hacer y entender el mundo de los negocios.

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