Mauricio Macri elogió la marcha del 17A
El expresidente Mauricio Macri celebró el pasado martes la multitudinaria manifestación realizada el lunes en todo el país contra el gobierno nacional. Desde Suiza, donde desarrolla una agenda vinculada a su cargo en la Fundación FIFA, el exmandatario posteó un mensaje en redes sociales que señaló: “Orgulloso de los miles de argentinos que salieron ayer para decirle basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad”.
El 9 de Julio pasado, en medio de otra manifestación contra el gobierno nacional, Mauricio Macri había publicado una foto de banderas argentinas acompañada de la palabra “¡LIBRES!”. Pocos días antes, en una entrevista concedida al periodista Álvaro Vargas Llosa, había cuestionado el avance de algunos gobiernos sobre las libertades de las personas en medio de la pandemia de coronavirus.
Mauricio Macri viajó el 30 de julio a Francia. Cumplió allí 14 días de cuarentena antes de viajar a Zúrich, donde esta semana tendrá actividad, explicaron desde su entorno. A fin de mes regresará a la Argentina. Luego de su retorno, deberá cumplir 14 días de aislamiento.
“Acá se vive en libertad y con responsabilidad”, valoró Macri al aterrizar en París, ante las consultas periodísticas.
En el Banderazo, miles de personas se manifestaron en todo el país contra el Poder Ejecutivo. La reforma judicial y la extensión de la cuarentena fueron las principales banderas de quienes salieron a las calles, entre ellos varios dirigentes de Juntos por el Cambio. De hecho, hay quienes interpretan que la protesta no sólo incluyó un mensaje hacia el gobierno nacional, sino también hacia la oposición, porque algunos dirigentes han mostrado ciertas fracturas en las últimas semanas.
La conducción de Macri es uno de los ejes de disputa dentro del polo no oficialista. Recientemente, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, dejaron en claro que no se sienten conducidos por el expresidente. Otro sector más combativo, integrado por Patricia Bullrich y Miguel Pichetto, no solo reivindica su liderazgo sino que además promueve su regreso a la función pública.
la respuesta del gobierno a Mauricio Macri
El pasado lunes, feriado, miles de argentinos se movilizaron en el país contra “el atropello a las instituciones” y la reforma judicial que impulsa el Gobierno nacional por estos días.
Horas después del concurrido banderazo, el expresidente Mauricio Macri «festejó» la marcha a través de sus redes sociales y se mostró «orgulloso de los miles de argentinos que salieron para decir basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad”.
Desde el Gobierno que encabeza Alberto Fernández no tardaron en criticar la postura de Mauricio Macri por alentar una movilización en plena pandemia del coronavirus.
Uno de los encargados de contrarrestar al discurso opositor de Mauricio Macri fue Santiago Cafiero, jefe de Gabinete. “Expresidente, aunque esté en Suiza no puede desconocer la irresponsabilidad que significa fomentar y alentar una marcha en plena pandemia. Esos hospitales públicos que usted desfinanció se merecen que todos seamos responsables, mucho más los dirigentes”, escribió el ministro coordinador en su cuenta de Twitter.
Con pocos minutos de diferencia lo siguió el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro. “Irresponsable como presidente, irresponsable como opositor. Siempre Mauricio es Macri”, escribió el funcionario también en su cuenta de Twitter, con igual o más dureza que el jefe de Gabinete.
Correo Argentino y el «miedo» de Mauricio Macri
De Capuletos y Montescos, y de generación en generación. El expresidente Mauricio Macri está convencido de que el kirchnerismo va por sus hijos. Afirma que quiere hacerlos desfilar por los tribunales y llevarlos a la quiebra, y que el cerebro detrás de esa movida -«venganza», según la califica- es la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Mauricio Macri considera que lo intentarán a través del concurso y eventual quiebra de una de las empresas del Grupo Socma, el Correo Argentino. Ve a Fernández de Kirchner al frente de la ofensiva para que la Justicia comercial declare su muerte comercial, luego extienda esa decisión al holding y, como último paso, arrastre al quebranto a sus accionistas; es decir, a sus hijos -Agustina, Gimena y Francisco- a quienes cedió en 2009 sus acciones, y a su hermano Gianfranco.
El expresidente Mauricio Macri interpreta que la irrupción de Carlos Zannini en el concurso del Correo como flamante procurador del Tesoro, firmando él mismo los escritos -en los que llegó a medir el tamaño de la letra de un párrafo del recurso extraordinario que presentó un abogado de la empresa-, sólo se explicaría porque su jefa política estaría detrás.
«Ella [por Fernández de Kirchner] está convencida que su hija Florencia sufrió una persecución judicial que yo ordené y ahora quiere vengarse. Yo no tuve nada que ver, sino que fue culpa de ella misma, que en su soberbia la colocó como directora de Hotesur y de ese modo la metió en problemas«, afirmó Mauricio Macri desde Europa, a sus interlocutores en la Argentina, a los que puede llamarlos de madrugada para desgranarles sus preocupaciones.
Florencia Kirchner está acusada en las causas «Los Sauces» y «Hotesur», que se encuentran unificadas en el Tribunal Oral Federal N° 5. Al integrar los directorios de ambas empresas, Florencia y su hermano Máximo Kirchner, quedaron dentro de la investigación centrada en el flujo de dinero que Cristóbal López y Lázaro Báez aportaron a esas firmas de los Kirchner al mismo tiempo que recibían contratos del Estado.
Presuntamente, para Florencia Kirchner, sus problemas en tribunales y de salud -por los que debió someterse a un tratamiento médico en Cuba durante más de un año- respondieron a un «ensañamiento judicial» que impulsó el Gobierno de Cambiemos, en tándem con los jueces federales Bonadio y Julián Ercolini y algunos medios de comunicación. «Eso fue lo que me enfermó a mí«, sostuvo al retornar de La Habana en abril.
Al menos ante sus interlocutores, en tanto, Mauricio Macri confía en la labor de sus abogados y no demuestra mayor preocupación por su situación judicial. Afirma que acumuló más de 300 denuncias penales en su contra durante los últimos años y que sus letrados «ya resolvieron entre el 70% y el 80%«. Pero su tono de voz cambia al aludir a sus hijos, según cuentan personas de su confianza.
«Fui el primer Presidente que asumió estando procesado por ya sabemos quién [en alusión al entonces juez federal Norberto Oyarbide] y después quieren venir a hablar de ‘lawfare'», rememoró el expresidente Mauricio Macri desde Europa, para luego cargar las tintas contra las integrantes de la Cámara de Apelaciones en lo Comercial, Matilde Ballerini y María Lilia Gómez Alonso de Díaz Cordero. «En vez de ordenar ese expediente, se lavaron las manos, y que ahora sea la Corte Suprema la que asuma el costo«, sostuvo.
Al no concederle el recurso a los abogados del Correo, el trámite del expediente se complicó para la familia Macri. El concurso no quedó suspendido y volvió al Juzgado de primera instancia, donde continúa su tramitación, mientras que los abogados del Grupo Socma debieron recurrir «en queja» al máximo tribunal, con efecto «devolutivo». En otras palabras, que solo se pondrá un freno al concurso si la Corte acepta el pedido de los Macri y pide que le remitan el expediente.
«Venganza» o «vaciamiento»
Así, mientras la Corte Suprema evalúa el recurso de «queja», la jueza a cargo del concurso, Marta Cirulli, abrió el procedimiento de «salvataje» o «cramdown» del Correo, que llevará al traspaso o quiebra de la empresa y, de concluir que se buscó su vaciamiento, a su eventual extensión al Grupo Socma y sus accionistas. Eso es lo que le quita el sueño al expresidente.
«Van por la venganza. Por eso van por mis hijos, que no tienen nada que ver, en un expediente en el que en vez de dictar la quiebra del Correo Argentino queda clara la responsabilidad del Estado nacional, como ya dijo la propia Sindicatura General«, se lamentó Macri, para luego plantear que el Estado se apropió del Correo sin que mediara una ley de expropiación y que aún hoy usufructúa sus activos.
Para la fiscal general ante el fuero en lo Comercial, Gabriela Boquín, por el contrario, el desarrollo del concurso que se inició en 2001 demostraría la mala fe procesal del Grupo Socma. Le adjudica varias maniobras para vaciar el Correo Argentino, una visión a la que adhirió Zannini, quien también se considera víctima de una persecución ordenada por la «mesa judicial» de Cambiemos. Pasó 107 días detenido, entre fines de 2017 y principios de 2018, por orden del juez federal Claudio Bonadio en la causa por el Pacto con Irán.
La eventual extensión de la quiebra a los hijos del expresidente, sin embargo, no podría ocurrir en el corto o mediano plazo. Requerirá completar antes varias etapas, de diversa complejidad. La primera, que ningún interesado se inscriba en un registro para quedarse con el Correo Argentino. La Justicia ya abrió ese registro.