Mujeres, fútbol y política en Argentina
En la Argentina, el fútbol y la política son dos pasiones nacionales que, hace 50 años, eran prácticas exclusivamente masculinas.
Representación femenina en la política:
En la actualidad, el liderazgo y la participación política de las mujeres tienen un flujo e incidencia mayor que hace 50 años.
América Latina se encuentra por encima del promedio mundial de representación política de las mujeres, especialmente en el Poder Legislativo.
En países como Bolivia existe casi una paridad de género, en lo que se refiere a participación política, con un 53,1% de mujeres en la Cámara Baja y 47,2% en la Cámara Alta y, si bien la Argentina no alcanza esas cifras (casi el 40%), no se puede negar que hay una incidencia creciente de las mujeres en la actividad política.
Una mirada al pasado:
Si miramos al pasado, observamos que las mujeres tuvieron que atravesar un largo camino de lucha para obtener derechos civiles y políticos. El rol de las mujeres cambió con la incorporación de la mujer al trabajo luego de la Primera Guerra Mundial, la mejora de la educación, la capacitación profesional, la apertura de nuevos horizontes laborales y, especialmente, el derecho al voto.
En la región, la Argentina fue un país propulsor del sufragio femenino, de la mano de Eva Duarte de Perón. En el primer gobierno de Perón, en 1947, se promulgó la Ley del Voto Femenino y se puso en práctica en las elecciones de 1951. Esta ley, que fue casi una novedad en Latinoamérica, no sólo les permitió a las mujeres acceder a derechos políticos sino que tendió a igualarlas con los hombres.
Mujeres practicando fútbol :
En la Argentina no sólo hubo un crecimiento e interés por la participación política de las mujeres, sino también por el deporte más popular del país: el fútbol; algo que denota que, quizás, las construcciones sociales basadas en las percepciones individuales estén cambiando.
El fútbol, como señala Archetti, no sólo forma parte de las dimensiones más generales de una sociedad y su cultura sino que, paralelamente, se relaciona con la construcción de un orden y un mundo masculino, una arena, en principio, reservada a los hombres. En América Latina, el fútbol es un mundo de hombres, es un discurso masculino con sus reglas, estrategias y “moral”. Sin embargo, actualmente, puede vislumbrarse, principalmente en lo que se refiere a su práctica amateur, que el fútbol, es un deporte cada vez más elegido y practicado por las mujeres.
El fútbol y la política ya no son prácticas exclusivas de los hombres, sino que las mujeres tienen más oportunidades para realizar ambas actividades.
Asimismo, es muy importante señalar que poder representar a las mujeres más influyentes y conocidas de la política actual en un equipo de futbol denota algo sumamente positivo; porque, si pensamos en figuras políticas femeninas de esa época o de veinte años después de la sanción de la ley de sufragio femenino, no recordamos más de dos o tres mujeres conocidas e influyentes en el ámbito político. Sin embargo, en la actualidad podría armarse más de un equipo de fútbol, con suplentes, de figuras femeninas en la política.
Un análisis subjetivo:
“Las jugadoras” corresponden a las figuras más conocidas, influyentes o emblemáticas de la política Argentina.
En el arco y como capitana del equipo, tenemos a la presidente Cristina Fernández de Kirchner, propulsora y mayor defensora del modelo económico, político y social hegemónico del país en los últimos 12 años. Cristina Fernández de Kirchner, representa un clivaje para la Argentina; malo o bueno es un clivaje, por eso es la capitana.
En la defensa, tenemos a la senadora y candidata a vicepresidente por el PRO, Gabriela Michetti, quien hizo toda su carrera política a partir de ese espacio que defiende.
Patricia Bullrich, no podría quedarse fuera de este equipo y considero que no hay mejor posición que la defina que la defensa (central), por su carácter y sus ideales de libertad. También, una defensora central de la ideología y las políticas del Frente para la Victoria, además de haber sido ministra de defensa y embajadora, es Nilda Garré. Por el Frente Renovador tenemos a Malena Massa, otra ardua y fiel defensora de su proyecto político y de Sergio Massa.
Muchos consideran que la número 5 del equipo tiene que ser la jugadora con más visión del panorama. Personalmente, considero que la número 5 es la que tiene que tener más coraje, actitud y carácter del equipo; por eso, designo en ese puesto a Laura Alonso. Laura defiende, por todos los medios, al PRO, su ideología y sus proyectos políticos.
Como volante tenemos a Margarita Stolbizer, por parte del GEN. Entre los presidenciables que pasaron las PASO, ella es la única mujer candidata a presidente.
María Eugenia Vidal sería la número diez de mi equipo, porque es diferente, no sólo por ser parte de Cambiemos sino por lo que expresa y por su carácter. ¿Cuántas personas la habrán subestimado? ¿Cuántas aún siguen subestimándola? Sin embargo, es una política diferente, como todos los números 10, que con “gambeta y creatividad” puede cambiar el juego.
Porque una buena defensa, muchas veces, comienza con una buena delantera.
Alicia Kirchner no podría faltar en este equipo. La ministra de desarrollo social de la República tiene un perfil más bajo que el resto de los Kirchner, pero eso no significa que no influya en el juego, como todo número 7.
Sandra Mendoza, del Frente para la Victoria, es una mujer más conocida por sus encontronazos que por su labor política; pero, personalmente, si elijo una extremo en la política, la elijo a ella.
La número 9 o centro-delantera de mi equipo, sería Elisa Carrio, de Cambiemos. Única y potente como ella, no hay otra.. Los delanteros buscan, intentan y persiguen el gol, como ella hace con sus ambiciones políticas.
Finalmente, mis suplentes son: Graciela Ocaña, Gabriela Cerruti, Victoria Donda y María José Lubertino, políticas que también trabajan e influyen en la política argentina.
Si pudieras representar a las políticas más influyentes, emblemáticas o conocidas de la política argentina. ¿Cuál seria tu equipo?