Otro descubrimiento bochornoso e indignante. El PAMI curaba muertos
Después de haber descubierto un boliche en el Banco Nación, de conocer que existían votos hechos por personas ya fallecidas, de hacer una campaña que incluso llegó a ser legal contra los medios de comunicación y lo llamado como “partido judicial”, de descubrir que el sótano de la Casa Rosada está en pésimo estado edilicio, en fin, después de que creíamos que el kirchnerismo no podía hacer más desastre y estafa de la que ya causó, nos enteramos que el PAMI estaba distribuyendo medicamentos a personas muertas hace por lo menos 3 años.
El nuevo titular del PAMI, Carlos Regazzoni, denunció que la entidad a la que pertenece realizaba operaciones de distribución de medicinas por un total de 500 millones de pesos. Según Regazzoni, la operación involucra a médicos, farmacias, controladores, visitadores médicos, y por supuesto a las esferas del gobierno y al PAMI.
La entidad antes controlada por Luciano Di Cesare, se encuentra al mismo tiempo, envuelta en otro escándalo: “Defraudación a la administración pública”, allí el juez Claudio Bonadio investiga la compra de Letras del Tesoro Nacional por más de 2 mil millones de pesos realizadas por la entidad. Junto a la llamada “Mafia de los medicamentos”, las más grandes defraudaciones del PAMI ya son tres.
Regazzoni, se mostró sorprendido y a la vez estafado cuando declaró: «Ya detectamos 7.500 personas fallecidas que aparecen con la compra de medicamentos con descuento parcial o total del PAMI, esto pasó porque no hubo controles internos, no se cruzaba el padrón de afiliados con el registro de fallecidos. Como ejemplo, una jubilada de 80 años consumía fármacos para la hipertensión arterial -a razón de 100 pesos por mes-. Ella falleció en agosto de 2013. Nadie en el PAMI reparó que pocas semanas después de morir, empezó a recibir un alto número de recetas de insulina y de tiras reactivas que nunca antes había consumido, por un valor 10 veces mayor a los consumos anteriores. Además, a pesar de vivir en la Capital, empezó a comprar en farmacias de Ramos Mejía y San Isidro. En total, ya fallecida, consumió fármacos por $ 150.000. También se detectaron casos de personas que aparecen con más de 20 recetas por mes de un mismo medicamento, que además fueron compradas en farmacias de cinco provincias diferentes.
No sólo eso, sino que, en la entidad del PAMI, se auditan nuevamente los datos de la obra social ya que, desde el año 2011 no se realizan balances, y existe una deuda vencida de $ 5.000 millones y un déficit operativo de $ 200 millones mensuales. Claro de las anteriores autoridades.
No se sabe aún el lugar al que llegarán los descubrimientos ni la magnitud que tendrán, lo que sí es cierto, lo único que se conoce, es que la corrupción y las ansias de poder llegaban incluso a jugar con la salud de todos y todas.