La memoria juega sus traiciones, por lo que trataré de ser lo fiel a los datos objetivos. Sepan soportar imprecisiones en torno a los momentos. Trataré de enfocarme en la evolución del proyecto del Partido Liberal en relación a su dinámica y no tanto en hechos puntuales o personajes puntuales.

1. El Comienzo del Partido Liberal

Allá por fines del 2008, en una reunión del Foro Republicano donde estaban presentes Marcelo Jaroslavsky y Ricardo López Göttig entre otros, surgió la idea de conformar un partido liberal en la Argentina. Dicha iniciativa dio a lugar a la creación del grupo en Facebook «Queremos que se forme un partido liberal en la argentina», que luego se convirtió en el grupo «Partido Liberal Argentino» y trás la escisión fue del «Partido Azul».

En febrero del 2009, fui a visitar a Agustín Etchebarne a fin de pedirle consejo en el armado de una ONG que estaba encarando (Summa) junto con un amigo. Agustín me sugirió que ya había demasiadas ONGs y que no servían para transformar al país, al menos no sin representación política. Me instó a que lo acompañase esa misma tarde a una reunión en la Biblioteca Nacional (en el Café del Lector) para sumarme al grupo fundador de dicha iniciativa.

Cuando llegué claramente era sapo de otro pozo (dado que por aquella época yo era socialista), pero entendí los motivos para fundar un partido de este tipo y decidí quedarme a dar una mano. En esas primeras reuniones estaban Marcos Hilding Ohlsson (que luego se abrió para enfocarse en su trabajo zonal), Martín Frangioli, Ruy Gonzalo Martinez Allende, aparecieron apartidarios como Luis Meisen, gente de otras fuerzas como Diego Goldman, gente traida de reuniones en otros espacios como Leandro Kanemann y otros personajes interesantes como Vicente Posse o Enrique Aramburu (que venían de no recuerdo que proto-proyecto de partido liberal).

Ese grupo dio en sentar las bases partidarias del nuevo proyecto liberal, con un empeño de trabajo envidiable. Logramos con bastante celeridad darle forma a los documentos partidarios, reuniendo las mejores ideas del republicanismo y el liberalismo. Eran buenas épocas, había muchas ganas de trabajo en el aire y el proyecto iba en expansión.

2. ¿Cuál es tu nombre?

La segunda etapa arranca quizás con la tertulia del nombre del Partido (aunque este proceso se corría en paralelo al de formación partidaria). Durante las reuniones iniciales se votó 3 veces el nombre. Generándose acaloradas discusiones sobre la necesidad de dejar de pedir perdón por ser liberal, sacarse la vergüenza y asumir que somos el Partido Liberal.

Claro que yo no era liberal, por lo que voté las 3 veces contra el nombre y su alternativa (el Partido Federal Republicano) quedó superada en 3 ocasiones. Tras la insistencia de su principal promotor, Agustín Etchebarne, convenimos en hacer un último showdown con el tema del nombre. Convocando a una votación abierta orientada a nuestros círculos cercanos con la intención de legitimar al proyecto y de sumar nuevas personas a la iniciativa.Ya por estos tiempos, en el grupo de facebook, aparecían personas nuevas como Franco Amati y Gonzalo Blousson teniendo distintas participaciones en un comienzo.

La votación se llevó adelante usando el sistema VUT, se enviaron las propuestas a los interesados y Luis Meisen y yo fuimos los fiscales de la votación. La sorpresa surgió cuando los mails dirigidos a la votación iban dirigidos a ciertas personas que habían estado trabajando activamente para persuadir a otros de que voten su nombre (inclusive, apoyándose en bases de datos institucionales). Si bien esto es política y hoy viéndolo en perspectiva hizo lo que se tenía que hacer, creo que hubo un pequeño abuso de confianza o de estiramiento de interpretaciones dado que ninguno de los presentes consideró que ese tipo de accionar fue el que habíamos convenido tener.

La votación dio Partido Federal Republicano 52% contra Partido Liberal 48%. En el día de la votación presencial y el recuento de votos, al saberse el resultado, surgió la discordia y se sugirió realizar otra votación (aludiendo a las anomalías antedichas). Ante la negativa de los vencedores de revisar la decisión (ironía de que ya se había votado 3 veces Partido Liberal), Marcelo Jaroslasvky haciendo alarde de su caracter tan peculiar, tuvo la genial idea de que los que queríamos formar un Partido Liberal, formásemos un Partido Liberal. Y así las cosas, el 95% de los miembros activos formamos el «Partido Liberal», dejando abandonado al grupo que sostenía el Partido Federal Republicano, que luego mutó en el Partido Azul, que luego murió por falta de compromiso y participación.

3. Purismo, principistas y separaciones

Tras el abandono del proyecto republicano, los que quedamos (casi todos) decidimos empezar a darle forma al tema organizacional. Se definió la junta promotora (creo que nuestro mayor error fue negarlo como órgano político, evitando así darle real poder de armado y definición). El proyecto avanzaba rápidamente y pronto nos vimos presentando al Partido en el hotel Rochester

(Invitamos a quienes comparten los ideales de la Libertad, a la reunión de presentación del Partido Liberal, que tendrá lugar en el HOTEL ROCHESTER, Esmeralda 542, (CABA) , el día miércoles 10 de junio de 2009, a las 18.30hs.)

El lanzamiento trajo muchas caras nuevas y la fidelización de otras. Quizás el punto más interesante fue la aparición de los puristas, de los principistas, de esa gente que quería ser más papista que el papa. Esta gente supo entrar al Partido y comenzó una caza de brujas contra todos los liberales impuros (por aquella época yo era ordo-liberal o social-liberal por lo que era un blanco predilecto). Influyendo en la dinámica del Partido, infectando cada reunión de discusión y mala onda, perdimos una gran cantidad de tiempo, se desaceleró el crecimiento y perdimos a grandes cuadros por hincharse las pelotas.

Finalmente varios logramos hacer cuerpo común (Duclos, Amati, Blousson, Largente y yo) y desplazamos a la junta promotora (que se había vuelto un órgano títere) y pudimos empezar a tratar de ponerle un poco de orden a las cosas. Quizás los 2 hechos relevantes de esta época fue la expulsión de Carca por apoyar a los militares sin deslindar la imagen partidaria y el rechazo a quienes me hicieron un putsch (Dubove, Kanemann, Pippia, Carca y los Caprav) desbancándome de la comisión de acción política en una suerte de acto revolucionario infantil sin otra intención que la de llevar adelante sus cazas de brujas contra quienes ellos no consideraban liberales de pura cepa.

Durante esta etapa se intentó trabajar en comisiones, pero lo cierto es que dieron lugar a que se infectasen los distintos espacios de trabajo por pequeñas redes de influencia. La ausencia de una dirigencia fuerte y de disciplina partidaria, permitió que el pelotudismo ampliase sus tentáculos y trabase la voluntad real de trabajo. También por esta época, como ya eramos tantos (antes de las peleas) decidimos irnos del Café del Lector a Bakano (donde apareció por primera vez Amneris Fernández Pondal tras nuestra participación en un evento de Roberto Cachanosky, invitada junto a Ilya Kotov, por Fito González Alemán, quienes no se integraría hasta mediados del 2011), luego fuimos a The Coffee Store y también estuvimos mucho tiempo en el subsuelo del petit colón en la calle libertad.

4. Nombres impugnados, nuevos rumbos.

Resulta que los turros del Partido Liberal de Corrientes nos impugnan el nombre y nos arrojan al problema de tener que redefinirlo. Esto lleva a otra votación (que se da en la etapa con mayoría circunstancial anarcoliberal) y termina ganando Partido Liberal Libertario. Recuerdo que yo estaba bastante caliente y que me parecía una pelotudez y creo que fue la única vez que sostuve la posibilidad de irme del Partido de forma real. Pero bueno, a falta de alternativas mejores, seguí.

El Partido poco a poco fue tomando orden bajo la dirección de la triada Blousson, Duclos y Amati, luego del intento fallido de nombrar otras autoridades. Y luego había otro nivel decisorio en el cual nos sumábamos Largente, Dubove, etc. Sin embargo el núcleo duro estaba consolidado en esa época con estos nombres y de a poco fueron marcando el rumbo del proyecto. Para esta época, empiezan a verse las bajas en serie de los fundadores (Kanemann, Goldman, Meisen, etc.) . Esto en parte se dio porque reinaba un poco la desconfianza sobre los procesos en la toma de decisiones y empezaba a notarse cierta intolerancia a visiones alternativas. Quizás lo más desgastante fue la ausencia de reglas claras de juego, que daban lugar a que muchas cosas se interpretasen de mala manera. Esto fue, si no me falla la memoria, a fines del 2010.

En esta nueva etapa empezaban a figurar nuevas caras también como eran Santiago Drangosch, Cecilia Olive, entre otros.

5. Crecimiento y consolidación de un proyecto

El 2011 fue el año donde el PL terminó de definirse como un Partido de Principios (whatever that means en términos prácticos). Más concretamente, fue hacia fines del 2011 cuando se consolidó el proyecto liberal libertario. Tuvimos grandes momentos como el Día de Liberación de Impuestos, La marcha por la legalización de la marihuana, la protesta frente a canal 7 para que dejen de financiar propaganda política (como es 678) con nuestros impuestos, participamos de distintos actos como Libertad Querida! y logramos sumar un buen nivel de aceptación mediática y posicionarnos bastante. También hay que rescatar la clausura de la AFIP en el día de la liberación de impuestos.

Sin embargo, el PL no creció a las tasas que podía haber crecido principalmente por cuestiones de orden interno, poco liderazgo y falta de estructura. En términos prácticos, el proyecto creció como instrumento de difusión de ideas y se fue debilitando como organismo político (digamos que se especializó). La falta de dirigentes para el armado político y la negación a la Realpolitik fueron llevando al PL a convertirse en una suerte de santuario de la libertad.

En julio del 2011, presenté mi visión estratégica que implicaba un doble approach (entrismo-autonomismo) por mail, sugiriendo que teníamos que cuidar ambas vías (la proclamación de principios a la par que garantizábamos dar un camino para aquellos liberales que querían ir a los bifes).

Allá por octubre del 2011, un poco cansado de todo el año que viví, sugerí que me iba a tomar unas pequeñas vacaciones y que iba a evaluar la posibilidad de abrir una linea interna en el PRO, dado que sabía que había varios liberales viendo esa alternativa y me parecía acertado ayudar a coordinar el esfuerzo político.  Mi salida temporal habría de consolidarse en enero del 2012.

6- Un nuevo orden

2012 arrancó con un planteo de mi parte proponiendo armar una linea interna orientada a impulsar la acción política directa y a la ampliación del Partido. Por motivos personales y de diferencias con la forma en que se manejó este planteo resolví dedicarme a otros proyectos políticos (creando ABC y analizando las posibilidades de entrismo en el PRO y en el PD).

Ya por fines del 2011, Gonzalo Blousson tomó efectivamente el liderazgo que estaba vacante en el PL y comenzó a orientar el trabajo en mira del objetivo central: conseguir las 4.000 afiliaciones necesarias para poder constituirnos como partido.

Con campañas exitosas como la venta de dólares en Florida y Lavalle cuestionando el corralita cambiario, o la propuesta de intercambio de tarjetas SUBE para eludir al monitoreo estatal, el Partido Liberal logró posicionarse en los medios con nuevas fuerzas y una estética consolidada. En este marco, resolvimos junto con Carlos Maslatón y quienes nos estaban acompañando políticamente, sumarnos al PL. Sin embargo, las diferencia en relación a las prioridades políticas del momento y la estrategia política a seguir harían que un grupo se retirase a buscar nuevos horizontes políticos en donde poder encabezar la resistencia contra el autoritarismo creciente.

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