Pueblo, Estado y sujeto; imagen, política y conceptos
Tal vez un tema a interpretar en política es la construcción colectiva del Estado.
Pueblo, tal vez es cada una de las personas desde las interpretaciones y conceptos que tengan de su visión sobre el hombre y el mundo. Tal vez las coincidencias son las que forman el Estado. Tal vez por ello son importantes las libertades civiles, porque Pueblo-Estado no pueden violentar “los conceptos” del sujeto del Estado de Derecho.
Tal vez quienes tienen aptitud para gobernar, son quienes pueden representar al Estado, para la vida en común de los distintos sujetos. La integridad y la coherencia, para interpretar los temas del Derecho, o la “subjetividad” para aportar integridad y coherencia “al menos en promesa a futuro”.
Desde las subjetividades es impulsado políticamente el Pueblo en sentido amplio, el Estado, y a los demás sujetos (que en si mismos tienen el germen del Pueblo, aunque en el Estado son representados por la Cámara de Diputados).
Tal vez el liderazgo, se produce, no cuando un líder es expresión del Pueblo, sino cuando el Pueblo puede expresarse mediante un líder, y lo que este hace.
Tal vez, la exclusión del sistema, es un problema para el Estado. Pero la responsabilidad de que esto no sea así, es personal e individual y también radica en que construcción colectiva del/los sujeto/s que hacemos. Tal vez no hay inocencias en esto, todos merecemos reconocimiento, y todos podemos dar reconocimiento. ¿A quien le damos reconocimiento?. El ciudadano puede procurar encontrar una definición para: que es y que no es, que le importa que sea, y que le preocupa que existe/a.
Tal vez la legitimidad, la representatividad, y el reconocimiento a los ciudadanos y de estos al sistema de partidos políticos y al Estado; puedan suceder mejor no solo por el “reconocimiento como persona” y “reconocimiento de su cultura”, sino por interpretar que imágenes de sujetos de derecho pueden “conectarse” con el público y lo público, y que imágenes hacen que los sujetos de derecho orbiten en lo individual y en lo privado.
Tal vez el error de idealizar la teoría del Estado como si fuera una “seguridad existencial”, radica en no separar qué es error de la persona y qué es error del sistema. Tal vez al idealizar al Estado nos perdemos las imágenes positivas de sujetos que elaboran y construyen micro-representaciones del Estado que son reflejo de construcciones colectivas históricas de años y años.. Tal vez la expresión colectiva de un Estado sano, tenga que ver y suceda con sujetos individuales que sean mejores personas. Las responsabilidades no pueden anclarse a Estado de Gloria (“…sean eternos los laureles que supimos conseguir..”), hay que mejorar como individuos y sanar las distorsiones de las imágenes que dificultan las relaciones, relaciones como por ejemplo “cultura-realidad”, “individuo-colectividad”, “pueblo-gobierno”, “libertad de expresión-seguridad sistémica/prevención”, en pro de un estado eficiente.
En definitiva el Estado está formado por personas, y las imagenes que tengamos de un Estado pasa mucho por las imágenes que tengamos de “la persona” y de “las personas”. Tal vez la dignidad humana en el sistema se funda en la persona y no en el estado. Tal vez la eficiencia venga de los sujetos que promuevan las distintas formas del Estado y el cambio social vaya viniendo de a poco de la mayor importancia que vayan teniendo los sujetos-ciudadanos-personas en los procesos; no de construcciones en contra de construcciones, sino en favor de mejores definiciones de las imágenes desde el ciudadano hacia el Estado plural e inclusivo, construcciones a favor de construcciones.