¿Qué hacer con el Sistema de Previsión Social?

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El sistema de previsión social, ¿Debe ser Público y de Reparto o de Ahorro individual?

Como seres humanos estamos sometidos a contingencias poco felices como sufrir una invalidez, envejecer, y morir.

Estas son las tres contingencias sobre las cuales esta estructurado el Sistema Previsional de Seguridad Social.

Si el mecanismo de negación todavía no operó sobre el lector frente a lo poco agradable de estos acontecimientos debemos reflexionar sobre que queremos a futuro para paliar los mismos.

Hay varios sistemas y modalidades, es fundamental para realizar un análisis científico no “enamorarse” de ninguno de ellos como si fueran la solución definitiva  y analizar el contexto en el cual estas soluciones deben aplicarse.

A principios de la década del 40 cuando se crearon los sistemas de reparto estos tenían razón de ser ya que 10 trabajadores con sus aportes sostenían el pago de una jubilación, al comienzo de estas cajas las mismas tenían muchos ingresos y pocos egresos, de ahí el éxito inicial, pero esto ha ido cambiando debido a las crisis económicas sucesivas y a los cambios en los hábitos sociales; en la actualidad solo 3 trabajadores activos sostienen a uno jubilado.

La tendencia mundial del control de la natalidad produce que los ciudadanos cada vez tengan menos hijos y la medicina posibilita que la vida se prolongue hasta los 80 años en promedio.

Esto da como resultado sociedades que deben afrontar a futuro el desafío de sostener económicamente a una población de beneficiarios de Jubilaciones, Pensiones o Retiros por Invalidez cada vez más grande y por más tiempo.

En lo coyuntural vivimos en Argentina una situación en la cual la Justicia determina de que modo deben ser otorgados los beneficios previsionales e intima a la A.N.S.E.S para que rectifique los beneficios ya acordados, reconociendo retroactivos por montos sub-pagados y modificando el haber a futuro.

Es una situación rayana a lo perverso e insostenible, cada jubilado debe hacer un litigio para que se respeten sus derechos.

Es imperioso honrar la deuda con los jubilados actuales y estructurar un Sistema Previsional sólido a futuro.

En todo el mundo, aun aquellos países donde por la estrucutura misma del Estado (un ejemplo de esto es Suecia) el sistema previsional de seguridad social  esta cambiando de Publico y de Reparto a Mixto y de Capitalización Individual, también se esta modificando la edad jubilatoria, aumentando la misma progresivamente (70 años en Australia a modo de ejemplo)

Es la biología la que esta mandando en este aspecto, le guste a quien le guste de aquí a 10, 20 y 50 años un sistema absolutamente publico y  de reparto es inviable.

En la práctica  vemos como el 70 % de los jubilados en Argentina  perciben  un “subsidio” en forma de jubilación de $ 2.700 pesos que, por supuesto, no sirve para paliar los gastos minimos necesarios.

A mi manera de ver es imperioso empoderar a los ciudadanos y hacerlos responsables por sus opciones financieras y de ahorro, para que tengan en cuenta que “El Estado” no podrá hacerse responsable de que tengan un futuro digno cuando ya no puedan trabajar.

Esto implica educar a las futuras generaciones en cuanto a la responsabilidad, la cultura del trabajo y del ahorro, dejar de lado satisfacciones inmediatas por beneficios futuros.

Como solía suceder en generaciones anteriores de Italianos, Rusos, Polacos, Españoles, Sirios y demás inmigrantes que ahorraban en “ladrillos” para tener una jubilación futura, lo antiguo se vuelve moderno.

Pero para eso debe cambiarse el paradigma y la promesa última de que el Estado acudirá a nuestra ayuda cuando así lo necesitemos, debemos tomar conciencia de nuestras responsablididades personales sobre nuestro futuro económico.

En Argentina supimos tener un Sistema Mixto de Jubilaciones y Pensiones, que misturaba el sistema de reparto con la capitalización individual, el mismo en cuanto sus objetivos era loable, pero su implementación fue fallida ya que en vez de hacer un sistema sustentable lo que se creo fue uno que cobraba comisiones exorbitantes y beneficiaba a empresarios y sindicalistas amigos del poder de turno. De igual manera se aprovecho dicho régimen para que las A.F.J.P, agentes de seguros y compañías de Seguro de Retiro realicen negocios financieros que en la práctica iban en detrimento del Jubilado o Pensionado, creando un sistema perverso de negociación de Rentas Vitalicias Previsionales como mercado secundario. También se  genero una fantasía publicitaria bizarra y engañosa, que  prometía a los ciudadanos que todos jugarían al golf y terminarían sus días frente a una playa caribeña por optar por este régimen;  al crear semejante expectativa (de imposible cumplimiento) era lógica la inmediata desilusión de la población frente a dicho régimen.

En la actualidad esa experiencia ha logrado que se demonicen injustamente los Sistemas Privados de Seguridad Social. Estemos de acuerdo ideológicamente o no con los mismos, los sistemas de ahorro privado y capitalización individual serán a futuro los únicos sustentables, a menos que obliguemos a los ciudadanos a tener más hijos o limitemos el conocimiento científico que prolonga la vida.

La tendencia mundial es así, pero es imperioso que quienes tienen la responsabilidad de regular estos sistemas de capitalización individual dejen de lado los negociados y lo hagan con un criterio de estricta defensa del ciudadano, sino  una buena idea será malograda y estimagtizada socialmente y, una vez mas, la demagogia le ganara la partida a la racionalidad.

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