Robin Hood y por qué no hay más millonarios en Argentina

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En el mundo, y en especial en Argentina, existe una estigmatización hacia quienes son ricos y millonarios, se ataca y menosprecia al que más tiene y se valora al que menos tiene como si fuera un ejemplo o modelo de Robin Hood, el famoso disertante de «yo le voy a robar más dinero a los ricos para dárselo a los pobres». La cuestión es la siguiente, yo no considero a Robin Hood como un héroe, sino como a un ladrón. Si bien el mensaje de la fábula trata de mostrar tiranía por parte de los feudales de la época, lo cual no comparto, el mensaje subliminal que nos imparte es el siguiente: Todos los ricos son malos. Y así de generación en generación se va transmitiendo ese mensaje oculto a través de las sociedades.
Ahora bien, si bien existen personas buenas y pobres, y ricas y filántropas buenas, la avaricia y la codicia son moneda corriente en ambos grupos, pero, ¿por qué odiamos a los ricos y valoramos a los pobres? Es una cuestión de creencia, una cuestión de pensamiento y sometimiento cultural y falta de sentido meritorio que viene arraigado desde hace mucho tiempo.
Durante mucho tiempo nos hicieron creer que Robin Hood era bueno y la propiedad privada y el capitalismo, algo malo.
El capitalismo y la libertad es la base para que la clase media aspire a ser millonaria, y los pobres a ser clase media. Sí, eso puede llegar a ser cierto, pero hay un punto. Para ser millonario no sólo basta con ganar un millón de dólares o pesos al año y con tener libre comercio o pensar que el capitalismo nos va a salvar, se trata de tener una MENTALIDAD adecuada para poder entender que uno merece ser millonario por el solo acto de estar vivo. Simplemente eso, imaginemos una de las tantas expresiones cotidianas que se expresan en una familia, «si querés ser rico y feliz tenes que trabajar duro y ser el mejor profesional y no cometer errores», si así fuera un obrero de la construcción sería millonario.

¿Cuál es la clave para ser millonario y evitar al Robin Hood del Estado?

Ser millonario es una cuestión de creencia y pensamiento, como ser pobre, o trabajador duro y honrado, también. Lo que crees, eso vas a ser. En nuestro país existe un pensamiento fuerte de clase media «laburante», lo cual es fantástico, creo en el esfuerzo y el trabajo como herramienta de cambio, pero así también creo que podríamos llegar a tener más millonarios y más clase media y bajos índices de pobreza. Lo que determina el pensamiento de una persona, determina su futuro. Vivimos pensando en cómo dejar de vivir en una villa o cómo dejar de ser pobre en vez de pensar «voy a ser rico o financieramente libre y vivir en un barrio con todos las comodidades y servicios», hay un gran número de personas en la sociedad argentina que está estancada en lo negativo, pensando en lo que no quiere para su vida, pero no enfocada en lo que quiere, es un pensamiento tan conformista y mediocre que se transmite de generación en generación e invade la mentalidad como plaga negativa que se ve reflejada en la arrogancia, la avaricia y codicia, el querer mucho haciendo poco y el que otro se haga cargo de mí, para yo poder vivir el día a día. Y es ahí donde intervienen los Robin Hood estatales, aprovechando la ignorancia social y limitando la libertad individual de quienes sí tienen un pensamiento de progreso y riqueza pero a través de la meritocracia y el trabajo duro, pero no trabajar duro por trabajar sino más bien trabajar pensando en cómo puedo hacer para mejorar mi entorno y mi capital, cómo poder llegar a adquirir la verdadera riqueza, que en realidad no se trata de tener miles de cosas materiales, sino de tener un estado de bienestar y un equilibrio entre tiempo y dinero. El Tiempo es el oro, el mejor regalo, ese concepto y creación humana para poder establecernos en el espacio, nos mantiene vivos y nos limita a la vez, es la mayor riqueza, pero, para poder generar esa riqueza es necesario cambiar paradigmas sociales ya establecidos y pensar en que si crees que podes ser millonario, podes ser millonario, o en que si querés ser libre financieramente, también podés ser libre financieramente y vivir una vida estable. Una vez escuché «la riqueza de una Nación no se mide en cuántos pobres se pueden comprar un auto, sino en cuántos ricos pueden llegar a viajar en un transporte público de calidad». La riqueza de una Nación se mide en la libertad, mientras más libertad y mayor pensamiento meritorio positivo, más rápido podremos erradicar la pobreza y más igualdad de oportunidades se presentarán para todos, ahora el tema es que solo uno podrá decidir si quiere o no CAMBIAR. Poné una pausa y preguntá lo siguiente: ¿QUÉ haría si el dinero y el tiempo no fuera un obstáculo? Y luego preguntate ¿CÓMO puedo lograr eso? ¿Trabajar duro toda la vida? Puede ser la decisión mas elegida, pero tarde o temprano se te acaba el tiempo y te olvidaste de otras cosas más importantes como la familia, y tu propia vida, ¿estudiar mucho más y ser más profesional? Es una buena opción si es para seguir creciendo en tu vocación, pero eso no te garantiza riqueza ¿o trabajar duro un tiempo ahorrar y comprar 10  maquinas de expendedoras de café que me dejan $1000 cada una y al mes son $10.000 pero no dependen de mi presencia física  para generarlos lo cual me va dar mayor tiempo en cantidad y calidad de vida. Y yo creo que ahí ya comenzamos a pensar en ser ricos. Pensar y ser rico. Todo es mental, lo que uno cree, eso tiene. Robin Hood es solamente una fábula

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