Servicios públicos: durante la cuarentena, disminuyó el uso
Si hay algo que la cuarentena está planteando y que los analistas siguen intentando explicar es cómo será la nueva normalidad y qué hábitos y servicios desaparecerán y cuáles se mantendrán o se modificarán en ella.
Sin embargo, en medio de esta vorágine de cambios hacia un mundo desconocido hubo dos datos que se conocieron hoy que muestra que la nueva normalidad quizás tiene cosas de lo que ya era la vieja normalidad antes de la pandemia del COVID-19 y la cuarentena.
Hoy se conoció el Indicador Sintético de Servicios, un informe mensual que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) que releva con tres meses de demora el consumo de varios servicios como transporte público, de cargas, peajes, telefonía (fija), correo, recolección de residuos y consumo de agua, gas y electricidad.
Según el Indec, en abril pasado, el índice serie original del Indicador sintético de servicios públicos (ISSP) registró una caída de 18,8% respecto al mismo mes del año anterior. En términos desestacionalizados, el ISSP presentó una caída de 11,3% en abril de 2020 respecto a marzo de 2020. Al mismo tiempo, el índice serie tendencia-ciclo del ISSP tuvo una variación negativa de 1,2% en abril de 2020 respecto al mes anterior.
El dato más llamativo de este informe es que, aunque se mantiene la caída en el consumo en general y se profundizó en más de 18%, se puede observar lo que sucedió durante el primer mes completo del aislamiento social obligatorio.
En términos desestacionalizados, en abril de 2020 respecto a marzo de 2020, se observa que la demanda de energía eléctrica, gas y agua registró una caída de 10,6%; la recolección de residuos registró una variación negativa de 2,5 por ciento.
Con la imposibilidad de moverse y con sólo el transporte público para aquellas personas que desarrollan actividades esenciales, el transporte de pasajeros tuvo una baja de 86% y de 5,2% en el de carga.
Durante abril pasado, el Ministerio de Transporte emitió la resolución n° 64/2020, en la que se restringió la cantidad de pasajeros que pueden circular en los servicios de transporte automotor y ferroviario de pasajeros urbanos, suburbanos y regionales de jurisdicción nacional. Asimismo, se determinó la suspensión total de los servicios de pasajeros interurbanos e internacionales, y de los servicios de transporte aéreo de cabotaje comercial y de aviación general.
Algo similar sucedió con los peajes, que mostraron en abril una caída de 99,4% contra marzo de este mismo año, no sólo porque pasaron menos vehículos, sino porque los corredores viales nacionales, los accesos a la CABA y otras rutas de distintos lugares del país dejaron de cobrar desde el 20 de marzo como consecuencia del decreto n° 297/2020. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires adhirió a ese decreto.
Pero como la gente se mantuvo en sus casas, creció el consumo de dos servicios que están más relacionados a la “vieja” normalidad que a la nueva: el correo y la telefonía fija.
Según el informe de Kantar, seis de cada 10 argentinos debutó en las compras por internet, lo que generó es un crecimiento del negocio de los correos. Aunque era algo que venía en expansión, la necesidad de entregar prendas de vestir, juguetes, computadoras y todo lo que se pueda adquirir en las diferente plataformas hizo que durante el primer mes del aislamiento social obligatorio el consumo del servicio de correos mostró una suba de 9,7% respecto de marzo pasado cuando había caída 22,1% y obtuviera la mejor performance en, por lo menos, el último año y medio.
Otra “vieja” tecnología que no creció pero que frenó su caída fue la telefonía fija. Según el informe del Indec, el descenso en este consumo fue de apenas 0,1%. Esto es consecuencia a que aún hay muchos hogares que tienen su conexión a Internet a través del cable telefónico.
Según un trabajo, en la Argentina se reportan 2.618 localidades con acceso a Internet, el 34% de las cuales cuentan con acceso alámbrico, el 20% con acceso inalámbrico y el 46% con ambos tipos de tecnologías de acceso. De ese total de 2.618 localidades, apenas un 30% (781 localidades) cuenta hoy con opciones de accesos por fibra óptica, lo cual indica que todavía hay mucho por hacer en relación al desarrollo de las conectividad y la mejora de las redes.
Asimismo, cuando se observan las conexiones, aunque hay un retroceso en lo que se refiere al uso de conexiones de internet vía ADSL (teléfono fijo), aún quedan 2.299.457 de accesos ADSL al mes de marzo de 2020.