El coronavirus generó paranoia y desabastecimiento de barbijos en Argentina

Una y otra vez nos dicen “El barbijo es solo para los que tienen síntomas”, aferrándose a las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud brindó, con respecto al uso de los mismos. Sin embargo con solo esa afirmación nos olvidamos de la idiosincrasia argentina y para que una recomendación cumpla efecto debe estar adaptada al medio. Con esto no estoy diciendo que salgan corriendo a comprar barbijos descartables.

En Argentina aún no somos conscientes de la gravedad de esta enfermedad y muchos especialistas dan indicaciones como si estuvieran recetando en un consultorio, olvidándose qué por alguna razón tenemos enfermedades absolutamente prevenibles. Se fían en el raciocinio de la gente; gente que el fin de semana organizo fiestas privadas para festejar la cuarentena.

Alejandro Salvado, jefe de Neumonología del Hospital Británico, dijo: “El barbijo es para el enfermo o el que cuida del mismo. Es ridículo que la gente lo use en la calle como medida de protección. Eso es una costumbre muy típica de los orientales, como los japoneses o los chinos, pero no tiene ningún fundamento. No hay ningún estudio que demuestre que sirva para prevenir”. Está de más decir que tiene razón, no hay ningún estudio que demuestre que sirva para prevenir porque no se llevó a cabo. En los últimos días he buscado papers sobre esto y no hay ningún estudio realizado.

El 3 de julio de 2009 durante, durante la H1N1, la Organización Panamericana de Salud aclaró: “En los entornos de atención de salud, los estudios que han evaluado las medidas para reducir la propagación de los virus respiratorios indican que el uso de barbijos podría reducir la transmisión de la gripe. Sin embargo, no se ha comprobado el beneficio de usarlos en la comunidad, especialmente en espacios abiertos.” Y esto pone el foco un poco diferente.

Estamos en Argentina. Es una realidad que si una persona no está enferma, no hace falta que use barbijo y es recomendable que lo utilice el enfermo o la persona con síntomas para proteger a los demás. Pero como estamos en Argentina la persona con síntomas se sube a los medios de transporte sin importarle los demás; el que tiene que hacer cuarentena agrede violentamente al agente de seguridad que le indica que debe resguardarse; la mujer que llega de viaje se va al Shopping a pasear; los padres que no soportan pasar tiempo a solas con sus hijos los sacan a correr a lugares públicos tomando el distanciamiento social como si fueran vacaciones, y la lista sigue.

Por otro lado el no usar barbijo se basa también en que el virus no se transmite por el aire, por lo que no habría necesidad de usar este elemento de prevención. Ahora aclaremos, sí lo hace por gotitas de Flügge (microgotitas de saliva) y volviendo a la argentinidad al palo no hace falta aclarar que nadie respeta dónde termina el espacio de uno y empieza el espacio del otro.

Hay una realidad que es importante marcar LOS BARBIJOS QUIRURGICOS DESCARTABLES SON NECESARIOS EN LOS HOSPITALES Y LA COMPRA COMPULSIVA DE LOS MISMOS PUEDE GENERAR FALTANTE PARA QUIENES LOS NECESITEN REALMENTE.

Si Usted pregunta frente a esto ¿Qué estoy haciendo quien escribe esta nota? La respuesta es: estoy usando barbijos de tela quirúrgicos lavables, respetando el uso correcto. Para eso hay que saber cómo ponerse, usar y quitarse un barbijo.

  • Antes de ponerse un barbijo de tela, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
  • Cúbrase la boca y la nariz con el barbijo y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y el mismo.
  • Evite tocar el barbijo mientras lo usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón antes.
  • Para quitarse el barbijo: Una vez en destino (supongamos viajo al trabajo) lo primero que debe hacer es lavarse las manos con agua y jabón o desinfectarse las manos con alcohol en gel; luego quíteselo por detrás (no toque la parte delantera). Una vez con el barbijo en las manos puede lavarlo en ese instante con abundante jabón o ponerlo en una bolsa cerrada para lavar en un lavarropas. Ese barbijo ya no puede ser usado de nuevo hasta que no se lave.
  • Una vez finalizado esto lávese las manos nuevamente.

Lamentablemente vivimos en Argentina y por todo lo expuesto anteriormente en este texto, a las recomendaciones de la OMS hay que adaptarlas a nuestro país. Dato importante es no generar desabastecimiento de barbijos descartables necesarios para hospitales y pacientes que dependen de ellos.

Para finalizar sepan hacer a un lado los prejuicios si ven a alguien con un barbijo.

Acerca del Autor

1 pensamiento sobre “Sobre barbijos y la argentinidad al palo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *