Turismo: Juntos por el Cambio presentó un proyecto para reactivarlo
A pocas horas de que el Gobierno nacional decida sobre la continuidad de la cuarentena por el coronavirus, y con un país dividido en fases de apertura, desde Juntos por el Cambio trabajan en una serie de propuestas que apuntan a crear un esquema de seguridad sanitaria para reactivar el sector del turismo de cara a la temporada invernal. Corredores sanitarios, burbujas seguras y nodos aerocomerciales lo conforman.
Uno de los proyectos, con la firma de las diputadas Camila Crescimbeni y Josefina Mendoza, busca crear el «Programa Corredores Turísticos Sanitarios» a lo largo de todo el territorio nacional sobre la base del modelo implementado por Australia y Nueva Zelanda. El objetivo, señala en su texto, es incentivar el turismo «selectivo y por etapas», como llave de reactivación económica, en base a estrictos protocolos sanitarios.
La iniciativa define a los Corredores Turísticos Sanitarios como «vías de conexión entre centros, zonas, áreas, complejos, unidades, conjuntos, atractivos y puertos de destino, que sirven para unir unos con otros y forman la estructura del espacio turístico». Pueden operar con una función de traslado o estadía, a través de vías aéreas y terrestres.
Por su parte, las «burbujas» son zonas «seguras para llevar adelante las actividades turísticas». Se deben diseñar acorde a las propuesta que presenten unas mesas interjurisdiccionales público-privadas a conformar con representantes de los órganos provinciales y municipales implicados, así como las cámaras del sector y autoridades nacionales pertinentes (Salud y Turismo y Deportes). Dichas áreas estarían sometidas a una evaluación epidemiológica diaria.
«El turismo es una industria que venía con buen desarrollo y, de golpe, se frenó, producto de esta crisis», señaló Crescimbeni. «El proyecto requiere todo un protocolo sanitario para su implementación y eso lleva tiempo pero la mesa puede ocurrir ya, la conversación entre el sector y las autoridades se puede tener y ya debería estar ocurriendo para avanzar en esos protocolos», añade.
De momento, las autoras del proyectos ya han mantenidos reuniones con referentes del sector. También lo han hecho desde el bloque de Juntos por el Cambio, ampliando la agenda a diversos sectores de la economía que aguardan el visto bueno para volver a la actividad. Ahora esperan por una cita con el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, para presentar la iniciativa. Hay un proyecto similar presentado por los legisladores provinciales bonaerense de la misma fuerzas Owen Fernández y Anastasia Peralta Ramos.
En paralelo, el diputado nacional chubutense por la Unión Cívica Radical (UCR) Gustavo Menna impulsa un pedido a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para que rehabilite los vuelos de cabotaje con el rediseño de nuevos nodos aerocomerciales que permitan la interconexión entre zonas libres del virus. La idea es operar a través de aeropuertos con adecuada capacidad logística en las provincias como los de Córdoba, Mendoza, Comodoro Rivadavia, Tucumán y Salta, que reemplacen el rol de Buenos Aires y, de hecho, evitar pasar por el epicentro del brote.
Menna sumó las firmas de cerca de 30 legisladores de varias provincias. “Es hora de que pensemos caminos de salida gradual de la cuarentena y, en este aspecto, la logística que provee el transporte aéreo constituye un factor vital para recuperar la normalidad”, sostuvo Menna. Además, propuso junto al diputado radical Alfredo Cornejo, titular de la comisión de Turismo en la Cámara Baja, declarar la emergencia para la actividad de servicios de hotelería, gastronomía, agencias de viajes y turismo y prestadores de servicios turísticos hasta el 31 de diciembre de 2020 que incluya facilidades crediticias a tasa cero y bonificaciones bancarias, entre otros estímulos.
En sus fundamentos, el proyecto argumenta que el turismo es «el cuarto sector de la economía más intensivo en mano de obra, responsable de dar empleo a más de 650 mil personas» y comprende a cerca de 17 mil hoteles y 5 mil agencias de turismo. Si se añaden los locales gastronómicos, aseveran Menna y Cornejo, el número de establecimientos en riesgo llega a 50 mil.