Uber vs taxis: escollos para sortear
Uber es una aplicación que permite pedir un auto desde tu teléfono inteligente, de acuerdo a dónde le pidas que vaya y desde dónde te encuentres, con un conductor que, preferentemente, sigue el camino que indica el GPS.
Las ventajas del servicio son varias. Principalmente, es más barato. No posee una tarifa fija al subir, tampoco se paga demora. Sino que lo que indica el sistema es lo que se paga, en base a la distancia y al coste por kilómetro. Los viajes quedan registrados en el sistema, al igual que los datos del chofer y del auto que te transportan. El usuario puede valorar el servicio en el sistema, y sabe que el chofer es consciente de ello. Permite monitorear el viaje y cuánto tiempo demora en llegar. Se pueden planificar mejor los tiempos. Se paga sin dinero físico: el pasajero tiene una cuenta de usuario asociada a un medio de pago (tarjeta de crédito o débito, o sistemas como Paypal). Para el conductor puede ser un segundo trabajo y es más complicado que le roben en un viaje, ya que los datos del pasajero están cargados en la página.
Las desventajas también son varias. El chofer no es profesional, en cuanto a la licencia de conducir. La licencia, a priori, te garantiza mayor seguridad cuando viajas con alguien que pasó mayores requisitos, se capacita todos los años, tiene test psicológicos, entre otras cuestiones. Por otro lado, no es clara la cobertura que ofrece al pasajero, en caso de ocurrir algún accidente. Al no estar regulado, no se informa cuál es la protección que se posee. Se sabe que poseen una póliza primaria, acorde a lo que indican las condiciones de la web. Para el conductor, no tiene protección laboral como la debería tener un chofer de taxi, que trabaje en regla.
Claves a tener en cuenta respecto a Uber: no existe como empresa registrada en Argentina, a través de un CUIT. Por lo tanto, provisoriamente no se puede regular. No se puede identificar a los autos de Uber por la calle. Por lo tanto, la idea de remolcarlos es poco práctica. No hay transacción de efectivo, como en el taxi, que a priori, demuestre una relación comercial. Las ganancias van a parar, vaya a saber quien a dónde está registrada la empresa. Al país, difícilmente.
Estar a favor o en contra de Uber o de los taxis
Estar a favor de Uber no implica necesariamente estar en contra de usar taxis. Sino que es una manifestación en contra del sistema actual de transporte de pasajeros por algún motivo, puede ser por precio, forma de pago, seguridad, tasado del viaje, etc. Estar en contra de Uber tampoco implica aliarse a la burocracia sindical, al corporativismo de los taxis, ni siquiera estar a favor del sistema de taxis o remises actual.
Las barreras de entrada para tener un taxi (licencias municipales) son absurdas, y los precios regulados, una verdadera locura. El resultado es que los consumidores sufren un peor servicio (y más caro) por la falta de opciones. Uber aporta competencia, y debería representar la puerta de entrada a otras propuestas que dinamicen aún más el sector.
Hay que encontrar un equilibrio en esta situación y es la oportunidad de cambiar varias cosas del sistema actual. Las licencias de taxis son muy caras, lo que lleva que el grueso de la ganancia del sistema de taxis vaya para algunos pocos. Flexibilizar el costo de la licencia y cobrar licencia por permitir circular Uber es una buena solución. Los trabajadores realizan largas jornadas para lograr un magro salario y con condiciones laborales muchas veces precarias. Revisar las tarifas y los convenios entre choferes y patrones para subsanar este escollo. Cambiar la forma de tasar los viajes en taxi permitiría aumentar la demanda del servicio de taxi. Si los viajes son cortos, el viaje en taxi es relativamente caro. En la mayoría de los taxis porteños, no se permite pagar con otro medio que no sea efectivo, lo que genera riesgo tanto para el chofer como para el pasajero. Aplicar el posnet a todos los taxis ayudaría a igualar oportunidades. Lo mismo ocurre con los taxis que no pasan el límite de la ciudad de Buenos Aires: es una gran traba.
Por lo tanto, no sólo se debe revisar la legalidad o la lealtad comercial de Uber, sino que se debe revisar el sistema existente. Aplicar las mismas condiciones para los choferes de Uber que para los de taxis. Y flexibilizar el régimen al servicio actual. Es un requerimiento para las autoridades, que deben dar una respuesta urgente ante esta situación, que mantiene en vilo puestos de trabajo de ambos lados