Venezuela, es hora de alzar la voz
Un enorme desabastecimiento de alimentos y remedios, acompañado de largas colas en los supermercados. Falta de energía eléctrica. Falta de agua potable. Violencia estatal. Violaciones a la Constitución Nacional. Violaciones a los derechos humanos. Persecución y encarcelamiento a opositores. Grupos paraestatales y detenciones ilegales. Persecución a estudiantes. Ejecuciones extrajudiciales por las fuerzas de seguridad. Corrupción. Bloqueo a la prensa libre y a internet. Esta es la realidad actual de Venezuela.
Por todas estas situaciones, el gobierno de Maduro, sucesor de Hugo Chavez, ha perdido el apoyo mayoritario que alguna vez supo tener y el 6 de diciembre, los venezolanos intentaron ponerle un alto, la oposición venció y obtuvo la mayoría en la Asamblea Nacional. Maduro respondió con autoritarismo e ilegalmente actúa al margen de la Constitución. La valentía venezolana fue más allá y tanto los ciudadanos como los partidos políticos, presentaron un petitorio con millones de firmas para pedir un referéndum revocatorio. Maduro, en respuesta y amparado por la cúpula del ejército, decretó el Estado de excepción, que le da superpoderes para hacer frente a lo que él llama “un golpe imperialista” mirando muy de cerca lo ocurrido en Brasil, hecho que considera un golpe de Estado y no un impeachment que siguió las reglas establecidas en la Constitución.
Hay que decirlo. Venezuela ha caído en una dictadura. Venezuela suplica por ayuda y solo parecería haber una respuesta: un silencio atroz. Silencio, no de los venezolanos, sino de la comunidad de América Latina. Los líderes regionales, como Dilma Rousseff, Michelle Bachelet, Lula Da Silva y Juan Manuel Santos,entre otros, callan ante estos atropellos a la libertad. Todos ellos se pronunciaron fuertemente contra las dictaduras que tanto mal le hicieron a nuestro continente durante las décadas de los 70 y 80. Sin embargo, todos callan ante la situación de Venezuela. ¿Acaso hay dictaduras buenas y dictaduras malas?
Es una obligación apelar a la Cláusula Democrática, establecida en el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, que prevé la posibilidad de suspender a un país socio en el bloque y hasta aplicarle sanciones comerciales o el cierre de fronteras en caso de ruptura del orden democrático. La unión de Argentina, Chile y Uruguay para pedir por un “entendimiento cívico” deberá marcar el inicio de una acción conjunta para sacar a Venezuela de la tiranía. Venezuela es un país con mucha potencialidad, que podrá salir adelante una vez recuperada la libertad y la sensatez.